La muerte de una perrita conocida por la comunidad de un barrio en la ciudad de Santa Marta ha conmocionado a muchos de los residentes de la zona, quienes estaban acostumbrados a cuidar del animal y darle de comer.

El canino era una perrita que cuidaba una zona baldía junto a un colegio y al parecer, el delincuente que le quitó la vida intentaba entrar para llevarse unos equipos de aires acondicionados, pues sus ladridos insistentes alertaban a la comunidad.

Según una fuente extraoficial, el caso habría ocurrido el pasado 28 de agosto, al rededor de las 5 de la madrugada. La comunidad muy temprano encontró los restos del animal con sus órganos expuestos, el delincuente la habría atacado en multiples ocasiones.

Lo cierto es que la capital del Magdalena es catalogada como una de las ciudades más peligrosas para los animales, en una ocasión delincuentes sin escrúpulos incineraron la casa en donde había decenas de gatos y todos murieron calcinados en los alrededores Polideportivo de Santa Marta.

La perrita quedó sin vida en el lugar que era su refugio | Foto: Getty Images

Otro caso también registrado en la misma ciudad es de un presunto maltratador de animales que los atacaba con arma blanca y huía cerca al sector de Pescaíto.

Todo quedó descubierto cuando un perro buscaba alimento y algo de frescura por la temperatura tan alta y alejaba al humano que se encontraba con cada paso que él daba.

No era solo por el olor que los espantaba, le faltaba media cabeza, pues alguien con un machete le cortó la parte superior del cráneo. El animalito deambulaba con gusanos en la herida. La imagen desgarra y es impublicable.

Sin embargo, causa más dolor la indiferencia de aquellos que no entienden que los animales son seres vivos que merecen respeto y empatía. Carolina Rodríguez vio de lejos el sufrimiento del perrito amarillo, que salió huyendo cuando un hombre de la zona le lanzó un baldado de agua. Corrió hasta el otro lado de la línea del tren al barrio San Jorge. Hasta allá llegó Carolina. La mujer, que no lo encontró de repente, vio al menos seis perros más en las mismas condiciones, todos heridos con arma blanca en la cabeza.

Un hombre atacaba a los animales con arma blanca. | Foto: Jeffrey Coolidge

Algunos, sin orejas, otros, sin ojos. Al parecer, se trataba de ese hombre que frecuenta el lugar y disfrutaba haciéndoles daño y no hay quien los defienda. Cuando por fin encontraron a “Amarillo” y fue llevado al veterinario, era demasiado tarde, la infección era tan fuerte que fue imposible salvarle la vida.

“El Distrito no hace nada, no hay atención veterinaria ni sanción a los agresores”, dicen los animalistas de la ciudad, que han denunciado disparos contra perros y gatos, violencia sexual, entre otros vejámenes. Varias de las personas consultadas denunciaron que, si bien es cierto que la Alcaldía dispuso una patrulla de atención de emergencias para animales, esta es muy poco efectiva. El otro día reportaron a un perro con una pierna fracturada luego de ser atropellado por un carro fantasma. La patrulla llegó al punto y solo le dio un medicamento para el dolor, y este siguió en el mismo lugar.

En Santa Marta la comunidad denuncia que no hay cuidado con los animales por parte del distrito | Foto: SEMANA

Hace años se ha venido presentando una creciente problemática con el control animal en Santa Marta, razón por la cual el Concejo Distrital autorizó un incremento en el presupuesto para la atención de animales, pasando de 1.000 a 1.500 millones de pesos para 2023. Un porcentaje importante de esos recursos se destina a la esterilización de perros y gatos.

Según información oficial, el censo de la población felina y canina de Santa Marta se proyecta para 2023 en 79.627 perros y 37.159 gatos para un total de 116.786, incluidos los animales en situación de calle.