Los familiares del niño Edwin David Meriño Barros ven como una espera interminable el plazo de Medicina Legal para la entrega del cuerpo del menor que murió ahogado en un accidente fatal cuando disfrutaba de un día de piscina en el municipio de Sabanalarga, Atlántico.

Después de 11 días, el niño que falleció el pasado 21 de noviembre no ha podido ser sepultado, pues la entidad no ha entregado su cuerpo. Según sus familiares, porque no han podido tener los resultados de las pruebas de ADN del menor.

Con carteleras, fotos del niño y gritando justicia, su familia se encuentra en el sitio donde ocurrieron los hechos, que es un centro recreativo de razón social “Sede Paisa”, pero solo para alzar la voz y pedirles a las autoridades que se apersonen del caso y no hagan más largo su sufrimiento por la partida repentina del niño Edwin.

De acuerdo con el mismo relato de uno de sus familiares, el plazo que les dio Medicina Legal es de 90 días para entregar el cuerpo, puesto que las pruebas se están realizando en Villavicencio y se tomarían casi tres meses para conocer su resultado.

“La respuesta que nos dan es que no han tenido los resultados de las pruebas genéticas que se les han hecho a los papás del niño. Según ellos, demora 90 días hábiles. ¿La espera hasta cuándo?”, dijo una mujer familiar del menor a Noticias Caracol.

Los hechos

El pasado lunes 21 de noviembre ocurrieron los lamentables hechos en el municipio, las autoridades explicaron que, de acuerdo con la información suministrada por testigos, “al parecer el niño resbaló cayendo a la piscina de adultos sin que alguien se percatara, lo que desencadenó en su deceso”, informó la Policía departamental.

“Al niño una vez auxiliado se le hizo maniobra de reanimación, pero al parecer ya habría tragado demasiada agua”, agregó la institución. El menor fue trasladado a un centro clínico, pero desafortunadamente ingresó sin signos vitales.

Un caso similar se registró también en el suroeste de Antioquia. Las autoridades investigan el fallecimiento de un menor de cuatro años que apareció flotando sin vida dentro de una piscina en el municipio de Hispania.

Al parecer, el niño se encontraba junto con otros 25 compañeros en medio de la despedida del curso de preescolar en el que estaba matriculado.

La víctima llegó al centro recreativo público con el objetivo de cerrar su paso por el grado transición. A la celebración fueron citados los docentes y los padres de familia de cada uno, dado que era una actividad extracurricular.

En medio de la felicidad, de los estudiantes de la Institución Educativa Aura María Valencia, un par de gritos alertaron a la administración del balneario sobre una atípica emergencia. Uno de los adultos tenía en los brazos a un niño mientras trataban de reanimarlo, luego de haberlo recuperado de las aguas.

En el sector se trató de brindarle los primeros auxilios. Más tarde fue trasladado al servicio de urgencias del Hospital San Juan del Suroeste de Hispania, donde los profesionales en salud confirmaron el fallecimiento, producto de un aparente ahogamiento. En Betulia se practicó la inspección judicial al cadáver.