Las amenazas y ataques criminales contra los conductores de buses urbanos en Barranquilla se ha agudizado con el pasar de las horas por cuenta del accionar de las bandas extorsionistas, quienes les están pidiendo gruesas sumas de dinero para no asesinar a los hombre que manejan estos vehículos.
Este viernes 6 de septiembre, el servicio de transporte público amaneció paralizado por cuenta de varias empresas de buses como Cooasotlan, Sobusa, María Modelo y Transportes Lolaya que decidieron bloquear vías y parar su operación porque no tienen garantías para laborar.
Ayer, jueves 5 de septiembre, un conductor de la empresa Cooasotlan identificado como José Luis Chávez Ardila, de 51 años de edad, fue asesinado por un sicario que se hizo pasar como pasajero en el barrio Villa Estadio, de Soledad.
Y es que en medio de esta crisis de seguridad que viven los choferes de buses en Barranquilla y el área metropolitana, SEMANA conoció unos mensajes que habría enviado el Clan del Golfo a las directivas de la empresas Cooasoatlan luego de las denuncias que la compañía realizó por extorsión ante el Gaula de la Policía.
En el mensaje que fue enviado, según conoció este medio de comunicación, a un trabajador de la empresa dice lo siguiente:
“Señor ya que me mandaron su número en dónde está con los conductores de Cooasotlan díganle que la única solución en dónde los dejemos de atacar es que el señor García, su gerente, se ponga en comunicación y, que si el Gaula nos escribe otra vez otra vez, le damos de baja algún conductor”, aseguran.
De igual manera, sostuvieron los criminales que: “Hace 13 días le hicimos un llamado en dónde no hizo sino omitir y darle nuestro número al Gaula ese es el resultado; si quieren seguir trabajando que llegue a la mesa de diálogo y cuadre su situación con nosotros, de lo contrario seguimos en pie de lucha contra los conductores”.
Incluso, uno de los conductores de Cooasoatlan se atrevió a hablar con SEMANA y aseguró que aunque laboraba con cierto miedo, la Policía les había dicho que “les garantizamos su seguridad”.
“El conducto regular en estos casos es denunciar para que el Gaula pueda actuar en medio de todas estas amenazas, pero mire, eso no funcionó porque acá denunciaron y mientras el Gaula estaba supuestamente verificando e investigando, nos mataron al compañero”, indicó.
Al mismo tiempo, señaló que el tema de las extorsiones se le ha salido de las manos a la misma Policía Metropolitana.
“No es posible que esos bandidos tengan más poder que la misma Policía que es la que los investiga. Así como mataron al compañero José Luis, lo pueden matar a uno y nada pasa porque en años anteriores estas situaciones se han presentado, pero nada pasa y nos siguen matando”, sostuvo.
En el panfleto inicial que el Clan del Golfo le envió a la empresa Cooasoatlan se logró leer: “Por orden del Estado Mayor del Ejército Gaitanista de Colombia se le informa al gerente de la empresa de transporte Cooasoatlan que tiene 24 horas a partir de hoy para que se comunique con nosotros y poder dialogar de forma pacífica para llegar a unos buenos acuerdos que se vienen tocando con todo el gremio de transporte terrestre público aquí en el departamento del Atlántico”.
En el escrito aseguraban: “Estamos retomando el control absoluto del Atlántico y nos hacemos responsables del atentado del bus de la empresa Lolaya, el día 18 de agosto del año en curso, en el barrio Ciudadela Metropolitana; decisión tomada por culpa de sus dirigentes que hacen caso omiso a nuestro llamado buscando protección con el Gaula. No siempre van a estar cuidándolos”.
La situación de orden público en Soledad, Atlántico, es supremamente grave, pero ni alcaldesa Alcira Sandoval ha salido a dar la cara en medio de la crisis.