Los homicidios en el área metropolitana de Barranquilla, así como en otras partes del país, no dan tregua. En la noche del pasado martes 28 de junio, por ejemplo, dos jóvenes fueron asesinados y una mujer resultó herida luego de un ataque criminal que se registró en el municipio de Soledad.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Deider Junior de Alba Ospino, de 24 años, y Luis Fernando de Vegas, de 19 años. De acuerdo con las autoridades, el homicidio se pudo haber presentado por un ajuste de cuentas. La Policía precisó que De Alba tenía anotaciones por porte ilegal de armas de fuego y hurto.
Precisamente para contrarrestar las diferentes manifestaciones violentas que se traducen en homicidio, hurto , extorsión, etc., la Alcaldía distrital anunció la llegada de 350 nuevos policías a la ciudad.
“Indudablemente, esto generará un mayor acompañamiento a los ciudadanos, se fortalecerán los patrullajes, estrategias y operatividad en general para disminuir la ocurrencia de delitos. Desde la administración, liderada por nuestro alcalde Jaime Pumarejo, seguimos trabajando articuladamente con la Policía para seguir brindando las condiciones que permitan seguir obteniendo resultados positivos a favor de la tranquilidad de los barranquilleros”, explicó al respecto el jefe de la Oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana, Nelson Patrón.
De acuerdo con la administración distrital, “la labor que realizarán los uniformados que llegan a la ciudad se enfocará en la contención de delitos de impacto como el homicidio, el hurto y la extorsión. Para cumplir con la tarea, tendrán funciones de vigilancia, reacciones motorizadas, con presencia en puntos fijos y puestos de control dinámicos”.
Así las cosas, el aumento en el pie de fuerza se suma a otras estrategias que se han implementando en la capital de Atlántico como la instalación de cámaras de seguridad, la creación de frentes de seguridad, el pago de recompensas por denuncias y la entrega de dotaciones y equipos a la Fuerza Pública.
¿Qué pasa en Barranquilla?
Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Universidad del Norte, dirigido por Janiel Melamed, solo hasta mayo de 2022, en Barranquilla se han reportado 162 casos de homicidio. Una cifra que, frente al mismo período del año pasado, donde se registraron 132 casos, representa un incremento del 18,51 %.
Si miramos los datos de años anteriores, se percibe un aumento escalonado. De acuerdo con el informe del Observatorio, Barranquilla finalizó 2021 con 365 homicidios, 69 más que en 2020 y 89 más que en 2019. No obstante, al ser delitos que se contabilizan a través de denuncias, es posible que haya muchos casos no registrados.
A pesar de esas mediciones, la administración distrital informó que “en comparación con otras ciudades, Barranquilla presenta un índice menor en la tasa de homicidios. Tomando como base Bogotá, Medellín y Cali, la capital de Atlántico ocupa el cuarto lugar de esta lista. También es cuarto en cuanto a lesiones personales, luego de Bogotá, Medellín y Cali”.
Las manifestaciones violentas, que han aumentado progresivamente en los últimos tres años, arrojan una misma conclusión: la disputa de grupos criminales por el control territorial.
Luis Fernando Trejos, docente investigador, sugiere una visión más amplia de la realidad. Para Luis, el panorama criminal se remonta hacia finales de la década de los 90 cuando las Autodefensas Unidas de Colombia crearon un frente que se encargaría de ingresar al departamento de Atlántico y dominar los espacios de ilegalidad. Y lo lograron. Sin embargo, cuenta, que en 2006, desde la desmovilización del frente José Pablo Diaz, en la capital de Atlántico ha habido al menos 4 pugnas entre estructuras delincuenciales, entre ellos el Clan del Golfo.