La Dirección General Marítima y Portuaria del Ministerio de Defensa, Dimar, confirmó que la depresión tropical Ventiuno comenzó a debilitarse y se espera que en las próximas horas se disipe por completo.

En ese sentido, se descarta la posible formación de un ciclón que amenazaba el área de San Andrés, Providencia y Santa Catalina toda vez que el sistema empieza a perder fuerza y, por ende, su incidencia será poca hasta convertirse en remanente. Cabe recordar que la depresión tropical se formó cerca de la costa de Nicaragua, sobre el mar Caribe.

Depresión tropical se formó en el mar Caribe. | Foto: A.P.I

La autoridad marítima informó que el fenómeno continua desplazándose hasta desparecer, pero mientras sigue su trayectoria se podrían registrar lluvias con actividad eléctrica a lo largo del noroeste del Mar Caribe, con incidencia ligera de lluvias en el occidente del territorio colombiano.

“Actualmente se observa una altura de la ola que oscila entre 0,5 y 1,0 metros, lo que no genera ninguna afectación al territorio nacional”, explicó la Dimar.

¿Qué son los ciclones?

De acuerdo con el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico, “ciclón tropical es un término genérico para designar un sistema de baja presión que se formó sobre aguas tropicales (25°S a 25°N) con actividad de tormentas eléctricas cerca del centro de sus vientos cerrados y ciclónicos. Los ciclones tropicales obtienen su energía de las diferencias verticales de temperatura, son simétricos y tienen un núcleo cálido”.

“Si carece de circulación cerrada se denomina perturbación tropical. Si tiene una circulación cerrada pero con menos de 39 mph (34 nudos, o 17 metros por segundo) de vientos máximos sostenidos en superficie, se denomina depresión tropical. Cuando los vientos superan ese umbral, se convierte en tormenta tropical y recibe un nombre. Cuando los vientos superan las 74 mph (64 nudos, 33 metros por segundo) se le designa como huracán (en los océanos Atlántico o Pacífico Oriental) o un tifón (en el norte del Pacífico Occidental)”, señala la entidad.

¿Cómo prepararse?

En primer lugar, es fundamental tener a la mano los números de emergencia (policía, bomberos, ambulancias, control de desastres, etc.). Ante una situación de riesgo, el tiempo se convierte en un potencial enemigo, así que reaccionar con prontitud puede marcar la diferencia.

Tormentas frecuentes y fuertes. La intensidad de los ciclones tropicales responde a la temperatura de la superficie del mar. Se presentan más y más fuertes huracanes, especialmente en el Atlántico Norte y el Pacífico Nororiental. Debido a las condiciones climáticas extremas, habrán tormentas extremadamente destructivas, incluso en regiones que hasta ahora se han salvado. Foto: DW

Otra recomendación común, aunque no siempre acatada, tiene que ver con la preparación de un kit con suministros de emergencia: pilas o baterías de repuesto, silbato para pedir ayuda, mascarilla para ayudar a filtrar el aire contaminado, una lona plástica y cinta adhesiva para armar un refugio en el lugar, una radio que opere con baterías o a manivela, kit de primeros auxilios, entre otros.

También sugieren ubicar un refugio cercano y planificar diferentes rutas para llegar. Este punto también aplica para los propietarios de mascotas, a quienes se les recomienda remitir a los animales a una zona segura para que no corran peligro durante una eventual evacuación.

lo mejor es estar preparado y abastecerse de los productos necesarios oportunamente:

  • Una reserva de alimentos y agua de emergencia.
  • Una reserva de medicamentos de emergencia.
  • Fuentes de energía de emergencia, como linternas.
  • Artículos de seguridad y personales.
  • Documentos importantes, incluidos documentos médicos, testamentos, pasaportes y de identificación personal.
  • Un extintor de incendios (crucial saber cómo usarlo).