Entre lágrimas y con voz entrecortada, Shirley Paola Solano Mercado, la hija mayor del sargento Javier Henríquez Solano Ruiz, miembro del Cuerpo de Bomberos que murió en medio de su servicio voluntario sofocando las llamas de un gigantesco incendio que conmociona a los barranquilleros, contó a SEMANA cómo fue su padre.
Shirley Paola tiene 25 años y dijo haber crecido entre bomberos, pues aseguró que su padre tenía más de 27 años al servicio dentro de la institución y solo le hacía falta cumplir con la jornada de un día para tomarse unas vacaciones, ya que estaba cubriendo el turno de un compañero de la estación de Las Flores.
“Toda mi vida vi a mi padre ser bombero, yo tengo 25 años y desde antes de yo nacer ya él era bombero”, dijo la joven.
Según Shirley, su progenitor fue hombre responsable, dedicado y entregado siempre a su trabajo, “se quejaba de los esfuerzos, pero siempre iba, aunque estuviera enfermo, siempre primero fue su trabajo”. Javier tuvo dos matrimonios, y producto de ellos tuvo cuatro hijos, de los cuales una joven siguió sus pasos y se convirtió también en bombera al servicio del departamento del Atlántico.
“Yo no pude ser bombera porque tengo problemas respiratorios, pero mi hermana que es mella con mi otro hermano Leonardo, ella sí es bombera, se llama Carolay Solano, y tenemos una hermana menor que se llama Daniela Solano, que es hija de mi papá con su actual pareja”, reveló Shirley a SEMANA.
Javier es y será recordado como un héroe entre su familia, un gran ser humano y, según su hija, un gran padre que, a pesar de que no vivió estos últimos años con sus tres primeros hijos, siempre mantuvo su relación con ellos.
“Ya él vivía con la niña pequeña y su actual pareja, pero siempre manteníamos en contacto, hablábamos mucho, pero nunca hablamos de esos temas de fallecimiento porque no nos esperábamos esta noticia y menos así tan de repente”, añadió Shirley tras respirar de manera profunda y recuperar un poco la voz que se le iba con el aliento.
Para Shirley Paola solo hay palabras de agradecimiento para su padre como hija y como ciudadana. Dijo que la labor de los bomberos es un trabajo de admirar y “de valientes” que debería valorarse más.
“Es una labor riesgosa y yo como ciudadana se los agradezco, hay que tener mucho más cuidado, uno nunca sabe las circunstancias de la vida, mira a mi papá, él era un hombre muy precavido, pero uno no sabe, mira las circunstancias de la vida a él la explosión lo afectó y lo hizo perder la vida”, anotó la hija de Javier.
Javier, de 53 años, era el segundo de tres hermanos, dos hijos de padre y madre y una hija más por parte de mamá.
Su cuerpo será entregado en la tarde de este miércoles 21 de diciembre por Medicina Legal a la funeraria, donde se realizaron los respectivos preparativos para su velación mañana 22 de diciembre en la sede principal de la funeraria Los Olivos, y el sepelio será el día viernes 23.
SEMANA conoció adicionalmente que el día jueves, en la estación de la Central 11 de Noviembre, el cuerpo del bombero recibirá honores y será homenajeado con una celebración religiosa en memoria a su entrega y dedicación a la institución, pero sobre todo por el ofrecimiento de su vida al servicio de los demás.