Tras el escabroso asesinato de 4 personas en Repelón, un pequeño municipio ubicado en el suroccidente del departamento del Atlántico, marcando límites con el departamento de Bolívar, y que causó consternación en toda la población, la Policía Judicial, Inteligencia, GOES y Fuerzas Militares, llegaron a realizar operativos para mejorar la seguridad.
Según las autoridades, la verdad sobre las causas de ese hecho no están del todo claras, inicialmente se hablaba de un caso de posible sicariato por extorsión, pero más tarde transcendió que hacía quien iba dirigido realmente el atentado era un hombre con habilidades para despresar ganado de manera rápida, por lo que podría estar todo relacionado con el delito de abigeato que se maneja en la zona.
El caso ocurrió este miércoles 18 de enero cerca a las 4 de la tarde y no hubo una sola escena del crimen. Una primera persona fue asesinada por dos presuntos delincuentes que se movilizaban en moto y cuadras más adelante fueron también dados de baja por uniformados de la policía, pero en la persecución uno de ellos accionó el arma y disparó contra la patrulla policial, lo que ocasionó un intercambio de disparos que dejó una cuarta víctima, un joven que no tenía nada que ver con lo que sucedía.
La historia parece de película, los victimarios no esperaban la presencia de la policía.
El primer hombre asesinado fue identificado por las autoridades como Norman José Maza Ávila, de 49 años, y de acuerdo con la policía tenía anotaciones judiciales por porte ilegal de armas de fuego. Mientras que el joven impactado por bala perdida fue identificado como Yoshep Pallares, un estudiante de ingeniería eléctrica, de 24 años de edad, que estaba sentado a las afueras de una tienda que es propiedad de su familia.
Por su parte, sobre las identidades de los presuntos delincuentes una fuente policial dijo a SEMANA que se encontraban indocumentados en el momento de los hechos.
El coronel John Urrea, quien fue comandante de la policía del Atlántico hasta este jueves 19 de enero, explicó en ese momento que, “se presenta un hecho de sicariato y en ese momento unidades de la Policía judicial escuchan las detonaciones y dos personas que se movilizaban en una moto arremeten contra las unidades policiales impactando el vehículo en el que se movilizaban de tal manera que se da un intercambio de disparos con las personas que están en la moto que, presuntamente, habían causado el homicidio de otro hombre y son abatidos por la Sijin”.
El CTI de la Fiscalía se encargó de practicar el levantamiento de los cadáveres, mientras que desde la Policía del Atlántico indicaron que exactamente en esa zona ya se habían registrado otros ataques a bala.
Ola de homicidios
En la capital del Atlántico por estos días, los crímenes se han intensificado y las autoridades locales ya emitieron una voz de alerta.
El último caso se presentó exactamente a las afueras del cementerio Calancala, ubicado en el centro de la ciudad, en la calle 50 con carrera 31 del barrio Lucero.
La Policía Metropolitana de Barranquilla confirmó a SEMANA que la víctima fue identificada como Fernando Quintero Ariza, de 39 años.
“Según lo manifestado por el cuadrante, la víctima fue impactado por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta”, dijeron desde la Policía.
Según fuentes extraoficiales, la víctima trabajaba como mototaxista y se ubicaba siempre a las afueras del cementerio. Su cuerpo quedó tendido en las escaleras de un bus de servicio especial de placas UYP818 y las imágenes de los hechos fueron compartidas ampliamente a través de las redes sociales.
En diálogo con SEMANA, la Policía Metropolitana de Barranquilla indicó que la reciente ola de homicidios en la ciudad, en su mayoría, tiene que ver con ajuste de cuentas.
“En el marco de las investigaciones se ha podido determinar que en la mayoría de casos el común denominador son ajustes de cuentas entre grupos delincuenciales. Incluso, algunas de las víctimas registraban anotaciones judiciales por diferentes delitos”, dijeron a este medio las autoridades policiales.
Por lo anterior, aseguraron que ya fue desplegada toda su capacidad investigativa para el esclarecimiento de los diferentes hechos delictivos ocurridos recientemente.
Sobre el caso de un comerciante que fue herido con arma traumática, también durante este fin de semana, descartaron que tenga relación con el tema de extorsiones y ofrecieron una millonaria recompensa para dar con los responsables.
“En el caso particular de un comerciante lesionado con arma traumática, es preciso aclarar que no se trató de un atentado ni está ligado a temas de extorsión. Para el esclarecimiento de este hecho, la Policía Metropolitana de Barranquilla ofrece una recompensa de hasta 20 millones de pesos a quien brinde información que permita capturar al responsable”, indicaron desde la MEBAR.