Momentos de pánico y zozobra vivieron los usuarios de un bus de servicio público en Barranquilla cuando un hombre en aparente estado de desesperación, lleno de sangre y sin camisa se subió al articulado.
El sujeto pedía dinero para comer, pero no como suelen pedir ayuda quienes habitualmente se suben al transporte público, sino que en medio de gritos decía: “no tengo ni para comprarme una empanada”. Por su discurso, cargado de ira, los pasajeros pudieron deducir que se trataba de un extranjero porque maldijo haber llegado al país.
Ante el miedo provocado por el extraño comportamiento del hombre el conductor del bus tuvo que detenerse y levantarse de su asiento para pedirle al hombre que se bajara del articulado, pero este se negaba a hacerlo.
Después de varios minutos y ante el temor de todos los usuarios el sujeto accedió a bajarse por la puerta trasera profiriendo amenazas por cada asiento que pasaba.
Las imágenes del hecho fueron conocidas por SEMANA, pero no serán publicadas por tratarse de un contenido sensible.
Ante esta situación en las redes sociales se cuestiona permitirles a vendedores ambulantes subirse a ofrecer sus productos en los buses de servicio público. Algunos sugieren que solo debería permitirse abordar a pasajeros.
“Los buses en Barranquilla deben de llevar las puertas cerradas y abrirles exclusivamente a los pasajeros, hay muchos que se hacen pasar por vendedores, pero llevan otras intenciones y colocar sensores para evitar que se embarque tanta gente con malas intenciones”, dijo una usuaria de Twitter.
Las autoridades policiales en Barranquilla han dicho que mantienen controles de seguridad en toda la ciudad y en su área metropolitana para brindar apoyo ante cualquier situación que pueda presentarse, e incluso reportaron en la mañana de este viernes 31 de marzo la captura de un hombre en el municipio de Soledad por el delito de homicidio en el grado de tentativa con concurso, porte ilegal de armas de fuego y secuestro.
Los hechos se registraron en el barrio Villa Selene, en plena vía pública, cuando este sujeto de 33 años fue interceptado por los uniformados, quienes le manifiestan sus derechos como persona capturada, precisamente en medio de esos controles.
“Este individuo presenta dos anotaciones por el delito de homicidio de fecha 09/02/2023 y acceso carnal abusivo con menor de catorce años de fecha 04/05/2018. Es de anotar que con esta captura se logra esclarecer los hechos ocurridos en contra de un ciudadano el día 09/02/2023 que es impactado por arma de fuego en modalidad sicariato”, dijeron desde la Policía Metropolitana de Barranquilla.
Según el reporte de la Mebar, el hombre ya había sido capturado en flagrancia el día 09/02/2023, junto a 3 personas más, entre ellos un menor de edad, momentos después de haber disparado contra un grupo de personas que se encontraban en la calle 109G con carrera 14, barrio los Olivos, a quienes les hallaron en su poder un vehículo hurtado y un arma de fuego.
“La Policía Nacional no baja la guardia e invita a la ciudadanía a denunciar cualquier hecho que afecte la tranquilidad y seguridad de los mismos a la línea 123″, anotaron las autoridades.
Video de agentes de tránsito pidiendo dinero
La Oficina de Control Disciplinario del Instituto de Tránsito de Soledad, Atlántico, inició un proceso de investigación disciplinaria contra dos uniformados, quienes fueron denunciados por haber exigido una suma de dinero a cambio de exonerar un supuesto comparendo.
El caso se registró sobre la calle 30, en la vía que conduce al aeropuerto Ernesto Cortissoz. El conductor de un camión fue detenido por dos reguladores, quienes le exigían la documentación correspondiente para seguir movilizándose. Al parecer, el chofer no habría presentado uno de los papeles requeridos, razón por la cual los uniformados proceden a aplicarle una infracción.
No obstante, en medio del procedimiento, los agentes habrían solicitado cien mil pesos a cambio de no imponer el comparendo. De hecho, dentro del material probatorio, las autoridades analizan un video grabado por el mismo conductor del camión.
En un primer momento, el chofer oculta el celular y se escucha cuando uno de los agentes le pide “100 barras para ayudarte allí, para colaborarte”. Luego, el hombre decide sacar el móvil y deja en descubierto el rostro de los oficiales implicados.
“Póngamelo, póngamelo, esta vez me siento contento de que me lo pongan porque los voy a denunciar”, dice el conductor.