Luego de varios meses de investigación, la Policía Metropolitana de Barranquilla dio un duro golpe a una banda que se dedicaba, al parecer, a expender sustancias psicoactivas en el sector de Las Tablitas, cerca del límite entre los barrios San Roque y Rebolo, donde afectaban a la población estudiantil de esa zona del suroriente de la ciudad.
Según la Policía Metropolitana de Barranquilla, esta organización –integrada por 12 personas– tenía a lo que denominaron los ‘campaneros’, quienes se encargaban de avisar si llegaban o no las autoridades a la zona.
“Los investigadores enfrentaron un problema que ya las patrullas de vigilancia encargadas del sector estaban sorteando: la estructura criminal ubicaba en bocacalles o esquinas a ‘campaneros’ que con silbidos o pitos alertaban a los ‘jíbaros’ de la presencia policial y estos aprovechaban esa ventaja para esconder los narcóticos y evadir a las autoridades”, explicaron en un comunicado de prensa.
Ante esta situación, las autoridades judiciales lograron infiltrar a varios agentes encubiertos en la zona que les permitió conocer con mayor precisión el funcionamiento de esta organización criminal.
“La Seccional de Inteligencia aportó uno de sus recursos más indetectables para el hampa, los agentes encubiertos. Estos se caracterizaron como moradores del sector, se mimetizaron en el entorno y poco a poco fueron ganándose la confianza de los expendedores, en su mayoría mujeres, quienes vendían los estupefacientes en un puesto de fritos que usaban como fachada”, precisaron.
De igual manera, dieron a conocer que los agentes infiltrados de la Policía de Barranquilla tenían tecnología de punta que les permitió tener en video las acciones delincuenciales de esta banda que estaba comercializando droga a menores de edad estudiantes de colegios.
“El personal encubierto llevaba consigo cámaras espía de la más alta calidad, imperceptibles a simple vista, con las cuales captaron material probatorio. Quedaron grabados 56 minutos en 16 videos que son parte del acervo probatorio. En las grabaciones no solo queda claro el modus operandi de la estructura, sino que también se logró identificar a los miembros de la misma”, detallaron.
Al tiempo, indicaron en el comunicado que: “Se pudo establecer que cuatro ‘caletas’ de esta estructura movían diariamente 750 mil pesos, unos 22 millones 500 mil pesos mensuales. Vendían las dosis de base de coca en aproximadamente tres mil pesos, mientras que las de bazuco y marihuana no superaban los dos mil pesos, lo cual las hacía de fácil acceso para los menores de edad”.
Se conoció que en esta operación policial hubo apoyo del Grupo de Operaciones Especiales, Carabineros, Inteligencia, Sistemas Aéreos Remotamente Tripulados y el Ejército para ejecutar las órdenes judiciales.
“En los procedimientos, además, fueron incautadas por lo menos 200 dosis de base de coca, 95 dosis de bazuco, dosis de marihuana, dos celulares, 16 cartuchos calibre nueve milímetros y un proveedor que era para uso de una pistola que llamó la atención de los investigadores. Se trata de una Glock que fue personalizada con un selector de fuego, es decir, tiene la función de disparar en ráfaga, volviéndola más letal”, indicaron.
Según las autoridades, en total 12 personas fueron capturadas, nueve mediante orden judicial (seis mujeres) y tres en flagrancia (dos mujeres). Ahora, la Policía sigue con las indagaciones para que no haya una reorganización de las bandas criminales en esta zona del sur de la ciudad.