Las 12:00 del mediodía o 1:00 de la tarde, momento en el que muchos colegios públicos del departamento del Atlántico están cerrando sus clases, son verdaderas horas críticas por la actual ola de calor que atraviesa el país, en especial la región Caribe.
En el departamento, la Asociación de Educadores del Atlántico (ADEA) radicará un oficio a las secretarias de educación para solicitar formalmente la petición que vienen realizando de acortar la jornada de clases, de manera que a las 11:00 de la mañana, antes de que la temperatura llegue al punto más alto del día, los estudiantes puedan haber terminado.
Para los docentes es inconcebible continuar dando clases y que los estudiantes, a su vez, las reciban en condiciones no óptimas ni favorables para el aprendizaje, según ellos en un salón de clases hay hasta 45 estudiantes, lo que acrecienta el calor y afecta el proceso académico.
“Entre 11:00 de la mañana y 12:30 del mediodía, nadie aprende ni nadie enseña. Ningún proceso pedagógico va a ser efectivo ni exitoso porque las condiciones humanas no se dan. Lo que estamos proponiendo es algo de sentido común, de humanizar la educación”, manifestó Luis Grimaldo, directivo de Adea.
De hecho, algunas de las alternativas por las que han optado en los colegios públicos u oficiales, es la implementación de espacios de hidratación con los estudiantes, de manera que tengan un espacio exclusivo para tomar agua y, posteriormente, continuar con las clases.
Sin embargo, en algunos colegios no ha sido suficiente la estrategia de la hidratación y han recurrido a salir de los mismos salones a dar clases bajo árboles y en la sombra.
Este es el caso de la Institución Educativa Nuestra Señora la Candelaria en Malambo, donde los estudiantes reciben clases de esta manera.
Incluso, en algunos colegios le han pedido a los estudiantes asistir con vestuario cómodo particular y que sea fresco, en lugar de uniformes.
Al respecto, la directora del Centro Educativo Acuarela en el municipio de Baranoa, Suad Polo, dijo que las intensas temperaturas están afectando el rendimiento académico de los alumnos.
De hecho, en Cartagena la sensación térmica llegó a alcanzar los 45 grados centígrados y en La Guajira, 41 grados centígrados. El inclemente sol continúa cubriendo a la región, con vientos entre 21 y 36 km/h. Aunque para muchos “la brisa no se siente” y “el fogaje pega duro”.
En atención a lo anterior, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales explicó que actualmente la costa Caribe colombiana se encuentra en temporada seca y, por consiguiente, hay poca formación de nubosidad, lo que genera que se incremente la temperatura.
“Primero, tenemos activa la corriente en chorro de bajo nivel del Caribe, que genera vientos fuertes y alto oleaje en los últimos dos meses. Esta corriente no permite la formación de nubosidad, favoreciendo el incremento de calor”, dijeron desde el Ideam.
En palabras más sencillas, existe una corriente de aire frío en el noroccidente del mar Caribe que converge con la alta presión en el océano Atlántico.
“Adicional, la temporada del año posiciona la zona de convergencia intertropical (el cordón de nubosidad que modula las temporadas de lluvias para Colombia) sobre el centro del país. En ese sentido, la temporada seca en el Caribe va de diciembre a mayo”, sostuvo la entidad.
Entre otras cosas, aunque todos están en riesgo de presentar un golpe de calor debido a las altas temperaturas, los más vulnerables a ello son los niños pequeños, las mujeres embarazadas y los adultos mayores de 65 años.
Un golpe de calor da luego de la elevación abrupta de la temperatura corporal y puede alcanzar los 40 °C o más, sin necesidad de presentar alguna enfermedad o infección.