En Playa Blanca, en el corregimiento de Barú, Cartagena, un procedimiento policial se salió de control y terminó muy mal para un hombre. Presuntamente, el disparo de un uniformado acabó con su vida en hechos que son materia de investigación.
Dos uniformados llegaron hasta este sitio turístico de la costa Caribe en la madrugada de este sábado para adelantar “actividades de registro a personas”, dice un comunicado emitido por la Policía Metropolitana de Cartagena.
En dicho registro, los uniformados le habrían encontrado dos bolsas con marihuana a uno de los ciudadanos que estaba en la playa, razón por la que iban a capturarlo. Es ahí cuando los acompañantes del hombre, que supuestamente poseía el estupefaciente, reaccionan para que no se lo lleven.
Mientras los uniformados intentaban llevarse al hombre, los testigos interceden y luego ocurre un empujón. Después, uno de los oficiales desenfunda su arma de dotación y apenas pasan unos segundos para que dispare, dejando en el suelo a Johan Esteban Infante Cuervo, de 27 años de edad. Infante fue llevado a un centro asistencial, pero llegó sin signos vitales.
Antes del disparo, quienes intercedieron por el detenido le decían a los policías “suave, suave”, pues al parecer estaban siendo muy bruscos con él.
Esta es la versión de la Policía sobre lo ocurrido: “Los uniformados fueron abordados por un grupo de personas de la comunidad que de manera agresiva intentaban impedir la captura, entre ellos el señor Johan Esteban Infante Cuervo. En medio del forcejeo entre los uniformados y este grupo de personas, uno de los patrulleros impacta en una ocasión con su arma de dotación a esta persona”.
La institución policial “abrió de manera inmediata una investigación judicial y disciplinaria” tras la muerte del hombre en el procedimiento policial.
En otro procedimiento policial, pero en la ciudad de Santa Marta, falleció un motociclista.
El joven, identificado como Erick Alberto Melo Escobar, de 24 años, falleció, al parecer, luego de recibir un disparo, presuntamente de la Policía y caer de su motocicleta. Su muerte desató la furia de un grupo de ciudadanos que pedían respuestas y justicia por lo ocurrido.
Los desórdenes ocurrieron en diferentes sectores de la ciudad, entre ellos el barrio Las Américas, donde murió el joven. Grupos de motociclistas se enfrentaron a las autoridades lanzando objetos contundentes, que también arrojaron a cámaras de vigilancia de la ciudad.
La indignación escaló a tal punto que la comunidad quemó la motocicleta de un agente de tránsito.
La madre del joven relacionó la muerte con un presunto desacato a la autoridad por parte de su hijo. “Como no les paró, le dispararon y me lo mataron, desgraciados”, dijo la madre del joven muerto, quien al parecer trabajaba como mototaxista.
La Policía de Santa Marta no se ha pronunciado sobre la muerte del joven y los desmanes que esta desató en la ciudad. Las circunstancias en las que falleció Melo siguen siendo confusas.