Un atentado contra un local comercial en Barranquilla se registró en la madrugada de este miércoles 12 de abril, en un restaurante del centro de la ciudad ubicado en la carrera 30 con la calle 38 en el barrio Chiquinquirá.
Según testigos del hecho, un hombre que se movilizaba en una motocicleta lanzó una bomba incendiaria contra la fachada del restaurante de comida china de razón social ‘Yu Yuan’ y después de unos segundos la fachada comenzó a arder en llamas.
Con ayuda de extintores, la comunidad rápidamente pudo controlar la situación y algunos atribuyen el hecho a un ataque por parte de grupos dedicados a la extorsión, pues este no es el primer caso de este tipo registrado en la capital del Atlántico, precisamente uno de los dos anteriores ocurrió en el mismo barrio.
Durante el fin de semana, del sábado 25 de marzo en la noche, al menos dos establecimientos comerciales fueron atacados pero en esa ocasión a disparos. Dos hombres transitaban en motocicleta por el barrio Chiquinquirá, exactamente en la calle 39 con carrera 31 y dispararon contra una tienda de razón social ‘El Diamante Verde’.
Las autoridades confirmaron que no se registraron personas lesionadas y dieron a conocer que dos personas fueron detenidas como principales sospechosos.
“Logramos la captura de estos delincuentes en flagrancia en un plan candado en momentos en los que huían. Se capturan dos individuos, los cuales tenían anotaciones judiciales de hace años por delitos como porte ilegal y concierto para delinquir. También se les incauta una pistola y panfletos alusivos a la estructura delincuencial Los Costeños”, informó el brigadier general Jorge Urquijo Sandoval, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
El oficial aseguró que dicho atentado estaría vinculado con las actividades extorsivas por parte de los grupos criminales, quienes utilizan la intimidación para presionar en el pago del dinero.
Tan solo el día anterior, el viernes, la fachada de una droguería recibió varios impactos de bala. El caso se registró en el municipio de Soledad, calle 21 con carrera 29. Las primeras versiones dan cuenta que dos sujetos en motocicletas llegaron hasta ese lugar y abrieron fuego contra el local. Tampoco se presentaron personas lesionadas.
Las extorsiones a comerciantes en Barranquilla van en aumento y el gremio exige al Gobierno local soluciones que garanticen su integridad.
Ante esta problemática, los comerciantes han puesto sobre la mesa el tema del porte legal de armas, esto con el fin de ejercer su derecho a la legítima defensa, medida que utilizarían para combatir la criminalidad.
Por una parte, el alcalde del municipio de Malambo, en el área metropolitana de Barranquilla, una de las zonas más afectadas por este delito ha reiterado que debería considerarse la medida e incluso lo propuso ante la visita del ministro del Interior, Alfonso Prada, durante el último consejo de seguridad.
Sin embargo, el alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo, se pronunció ante la polémica que se ha desatado y señaló que, pese a los casos que se han registrado, el tomar la justicia por mano propia o armarse es una idea “sacada de los cabellos”, que no debiera considerarse.
Esto último, aunque desesperante, no es razón, según argumentó el mandatario, para armarse y reiteró que son los bandidos quienes deberían temerle al sistema judicial y saber que de ser capturados con armas irán a la cárcel.
“Quien utiliza un arma de fuego para robarnos en la calle, extorsionar o para cualquier otro delito es un delincuente peligroso para la sociedad y debería estar tras las rejas. El ciudadano debería vivir de manera tranquila y que, si sabe que hace las cosas bien, no tiene por qué pensar en comprar un arma, debería más bien, el bandido que anda con un arma de fuego ilegal, tener que saber que si lo cogen con esa arma va a pasar sus días en la cárcel”, anotó el alcalde Pumarejo.
“Es increíble que una medida tan sacada de los cabellos pueda tener cabida en una Colombia como en la que vivimos”, dijo el alcalde. Sin embargo, agregó “los colombianos están desesperados porque no ven una salida a la crítica situación de orden público que no solo atraviesa el área metropolitana de Barranquilla sino, también, en todo el país”.