Allegados de Marelbys Meza, exniñera de Laura Sarabia, realizaron este domingo 4 de junio una eucaristía en el municipio de Sabanalarga, Atlántico, para pedir justicia en el escandaloso proceso legal que la rodea.
Ella pasó sus años de estudio en esta localidad y los conocidos se concentraron en el templo principal para orar a su favor. Así quedó evidenciado en un video conocido por SEMANA.
En la grabación se escuchan las plegarias de protección y mensajes de respaldo a la exempleada de la mano derecha del presidente Gustavo Petro:
“Marelbys, Sabanalarga está contigo. Qué viva la justicia en Colombia”, gritaron las personas. Luego se oyeron aplausos que hicieron eco en la parroquia.
En las calles de este municipio, como en el resto de Colombia, se conoció que ella fue sometida al polígrafo al encontrarla sospechosa de un millonario robo al interior de la casa de Sarabia, la entonces jefa de gabinete del Gobierno.
Presuntamente, en el marco de esa investigación, las comunicaciones de Marelbys Meza fueron interceptadas irregularmente por las autoridades, escenario que están siendo analizados por la Fiscalía General de la Nación.
Marelbys Meza revela que trabajó en la campaña de Gustavo Petro. “El presidente me conoce”
Marelbys Meza habla con mucho dolor de lo que vivió en su trabajo con Laura Sarabia. “Tristeza” fue la palabra con la que describió lo que sentía tras la confirmación de SEMANA de que ella fue víctima de chuzadas. Por orden de la Policía, su teléfono fue interceptado con el argumento de que ella pertenecía al Clan del Golfo.
La humilde mujer piensa en el pasado y no le da crédito a lo que vive hoy. Asegura que ella sirvió con amor y devoción no solo a Laura Sarabia sino al presidente Petro. “El presidente sabe, me conoce. Yo trabajé en la campaña. Le di amor, alma, vida y sombrero. Él sabe que yo le di mucho amor”, sostuvo en medio de lágrimas. “Yo en esta vida no he hecho sino trabajar. Yo solo sé trabajar”, agregó.
El primer mandatario hizo referencia a ella en las declaraciones públicas en las que le comunicó al país que había decidido despedir del gobierno tanto a Sarabia como a Benedetti. “Es nuestra amiga… no tiene nada que temer en nuestro gobierno”, dijo sobre Meza.
A su manera, Petro también defendió a Sarabia: “No [se han] parado a pensar ni siquiera qué podría pensar una joven mujer recién parida con su primer niño, con su primera experiencia maternal, cuando le sucede un hecho en su vida doméstica que la hace sentir en la zozobra y que reacciona dentro de la ley al punto que se usó el polígrafo que yo ni he logrado saber dónde está”.
Para la exniñera confirmación de que la estaban chuzando no es sorprendente, pero sí muy atemorizante. En diálogo con SEMANA, la mujer se refirió a los constantes seguimientos que vivía. “Terrible... no. ¿Cómo así?”, dijo. Al enterarse de que la policía había ordenado interceptar su teléfono con un informe de que ella pertenecía al Clan del Golfo, la exniñera de Laura Sarabia solo dijo “me da tristeza”.
En medio de lágrimas, contó que está protegida por la Fiscalía y por eso no puede acercarse a su familia. “Yo lo sentía. Yo sentía un eco en el teléfono. Yo no quería que nadie me llamara. No quería hablar con nadie”, agregó.
Habló también de la acusación de robo que vivió en la casa de Benedetti. “¿Usted le entregaría su hijo a una ladrona? (...) eso fue aclarado”, putualizó. El embajador Armando Benedetti ya había dejado en el aire la pregunta sobre si la humilde niñera había sido chuzada por orden de Laura Sarabia, la mujer más poderosa del gobierno de Gustavo Petro.
Para el embajador de Colombia en Venezuela, es claro que fue la jefa de Gabinete de Palacio la que comenzó a moverse tras sospechar que su exniñera iba a hacer pública esa historia. “Es la que me habla primero de Marelbys y de ahí yo llamo a Vicky [Dávila]. Es decir, es ella la que me informa que Marelbys habló con Vicky y me dice que va a salir en SEMANA. ¿Por qué sabía? ¿Ella chuza?”, se preguntó.
La Fiscalía descubrió que la tesis del embajador era real. Cuando el fiscal que lleva el caso del robo de la plata de un maletín de la jefe de gabinete del presidente, Gustavo Petro, ordenó investigar a la niñera, ahí se descubrió que otro fiscal, del Chocó, había ordenado ya una interceptación de su línea telefónica.