Este domingo, 12 de febrero, la tranquilidad del barrio Las Flores, de Barranquilla, se vio interrumpida por el sonido de disparos.
De acuerdo con un reporte ciudadano enviado al periódico local El Heraldo, un ataque a bala se registró a la altura de la carrera 89 calle 106, el cual dejó como saldo un hombre muerto y una mujer herida.
De acuerdo con lo relatado por el medio, la víctima mortal corresponde a Joan Alexander Rivaldo, alias el Ñaña, quien intentó huir de su victimario e ingresó a la una vivienda del sector. Sin embargo, esconderse no le sirvió, pues el agresor lo siguió hasta el lugar, disparándole a quemarropa.
Esto trajo como consecuencia que la ciudadana Judith Marina Márquez resultara con un impacto de bala en su rostro, mientras que ‘El Ñaña’ fue asesinado en el lugar de los hechos.
Ante esta situación, residentes de la zona llevaron a Judith hasta la Clínica Porto Azul; sin embargo, el reporte de su estado de salud es desconocido.
Por otro lado, el agresor se dio a la huida antes de que la Policía Metropolitana de Barranquilla llegara al sitio, quienes estando allí, comenzaron la recolección del material probatorio y entrevistas para dar con los responsables de este delito.
Tragedia en fiestas de la Guacherna
En hechos que son materia de investigación terminó herido un joven por arma de fuego, quien se encontraba departiendo en la madrugada del sábado, 11 de febrero, tras los festejos de la noche de Guacherna, del Carnaval de Barranquilla.
Al parecer, la víctima, identificada como Hernán Darío Rodríguez Urrea, de 18 años, se encontraría en el lugar equivocado cuando algunos uniformados quisieron dispersar una pelea que se originó por otros hombres.
“Hernán salía de un establecimiento junto a otros jóvenes paisanos. Había varios hombres peleando, y los uniformados dispararon para dispersarlos e hirieron a mi sobrino, que no tenía nada que ver con los hechos”, mencionó Diana Leal, familiar del joven, al medio local Zona Cero.
Este incidente se registró sobre las 5:00 de la madruga, en la calle 84 con carrera 44, del barrio Granadillo, ubicado al norte de Barranquilla, donde unos kilómetros más arriba, y horas antes, había salido el tradicional desfile de este Carnaval.
Se conoció que Rodríguez Urrea es un estudiante de Medicina, oriundo del municipio de Magangué (Bolívar), quien tras recibir un disparo en la cabeza, fue trasladado de urgencia a la Clínica Reina Catalina, donde se encuentra con pronóstico reservado.
Ante esta situación, la Policía Metropolitana de Barranquilla se refirió a los hechos y comunicó que efectivamente los uniformados debieron intervenir en la confrontación que se estaba presentando, donde como primera medida aplicaron la medición; sin embargo, los oficiales habrían sido atacados con elementos contundentes, por lo que fue necesario utilizar otros medios.
“Frente a informaciones ciudadanas donde relacionan que un policial disparó su arma de dotación, se activó de manera inmediata y oficiosa con las autoridades competentes las investigaciones del caso”, señaló el comando de Policía, a través de un comunicado.
Por su parte, se iniciaron las investigaciones para determinar responsabilidades en este caso, que es atendido de manera conjunta por el CTI de la Fiscalía General de la Nación y las unidades investigativas, penales y disciplinarias de la Policía.
¿Actividad paranormal en Barranquilla?
Un misterioso suceso puso a sudar frío a los visitantes del centro comercial Viva, quienes se vieron envueltos en una escena terrorífica, donde hasta el momento no se explican realmente qué pudo haber ocurrido.
Todo comenzó cuando unos ciudadanos que se encontraban en dicho establecimiento se dirigieron al parqueadero del lugar, ubicado en el sótano uno, donde de manera sorpresiva sus vehículos no prendían sin explicación alguna y de repente se activó la alarma de una decena de automóviles descontroladamente.
De acuerdo con el periodista Breinner Arteta, quien en su cuenta de Twitter mostró los momentos de pánico de la ciudadanía ante este hecho, algo extraño estaba pasando.
Sin embargo, luego de varios minutos de zozobra, los motores volvieron a la normalidad, “después de un rato encendieron normalmente los carros”, recalcó el comunicador social.