Un total de nueve propiedades, representadas en un apartamento, un parqueadero, una casa, dos fincas, dos sociedades y dos vehículos, fueron los bienes que incautó la Fiscalía General de la Nación con fines de extinción de dominio porque, presuntamente, estuvieron al servicio de Víctor Ramón Navarro Serrano, alias Megateo, el extinto cabecilla de la organización criminal Los Pelusos.
Para el ente investigador, estos bienes harían parte del patrimonio ilícito constituido por la red narcotraficante de ‘Megateo’.
Estos bienes, que quedaron afectados con fines de extinción de dominio, habrían sido adquiridos con recursos provenientes del envío de cocaína a destinos internacionales, entre 2003 y 2011.
La Fiscalía General de la Nación reveló que los inmuebles estarían a nombre de tres de los señalados articuladores de la organización criminal, quienes serían los encargados de coordinar la salida de los cargamentos de estupefacientes desde Colombia hacia Panamá y República Dominicana, rumbo a Estados Unidos.
Todas estas nueve propiedades están avaluadas, preliminarmente, en 1.200 millones de pesos.
Ante las evidencias del origen ilícito de los bienes, un fiscal de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio les impuso medidas cautelares de suspensión de poder dispositivo, embargo y secuestro, las cuales fueron materializadas por personal de la Dijín de la Policía Nacional.
Las propiedades están ubicadas en Bogotá, y en municipios de los departamentos de Norte de Santander y Cundinamarca.
De guerrillero a capo del narcotráfico
Víctor Ramón Navarro Serrano, alias Megateo, narco del EPL, murió en octubre de 2015 en una operación del Ejército y la Policía.
‘Megateo’ nació el 25 de enero de 1976 en el municipio de San Calixto, Norte de Santander. A los 15 años ingresó al EPL y toda su vida se movió en la misma zona, que conoce como pocos.
Era de gatillo fácil, tenía un rosario de muertes encima y no le temblaba la mano a la hora de poner bombas. Navarro comandaba un pequeño grupo de 50 guerrilleros del EPL en la región del Catatumbo y, en esa época, se volvió una verdadera pesadilla para las Fuerzas Militares y el Gobierno.
La primera y única vez que alias Megateo fue arrestado ocurrió en julio de 2008. Dos de sus más cercanos hombres de confianza aprovecharon una fiesta y lo drogaron junto con uno de sus escoltas. Con anterioridad se habían contactado con agentes del DAS en Cúcuta y habían negociado la entrega del guerrillero a cambio del pago de 500 millones de pesos, la recompensa que en ese momento se ofrecía.
Con ‘Megateo’ inconsciente, sus hombres lo entregaron a dos detectives del DAS cerca de Ocaña, quienes lo esposaron, lo acostaron junto a su escolta, también drogado, en el platón de una camioneta y partieron hacia Cúcuta. Lo que ocurrió es un misterio. ‘Megateo’ jamás llegó a su destino. Lo único que se sabe es que, según la versión de los detectives que lo transportaban, el guerrillero habría despertado y saltó de la camioneta en movimiento.
Años después, en octubre de 2015, murió junto a cuatro de sus escoltas.