El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, regresó este 22 de febrero a funciones luego de su incapacidad médica, y tuvo que ponerse de nuevo al frente de uno de los más grandes problemas que padecen los bogotanos: la ola de inseguridad, que no da tregua. En esta semana, se han registrado hechos de robo, sicariato y balaceras que tienen atemorizados a los ciudadanos.
Galán designó como alcalde encargado hasta el 21 de febrero, día en que terminó su incapacidad médica, al secretario de Gobierno, Gustavo Quintero. Sin embargo, ese mismo día hubo un nuevo hecho de inseguridad en la ciudad: un ataque sicarial acabó con la vida del reconocido empresario Hernán Roberto Franco, en pleno Parque de la 93.
Según pudo conocer SEMANA, el alcalde realizó una cumbre de seguridad para analizar la crítica situación por la que atraviesa Bogotá. La reunión se desarrolló en su casa, en la noche del 21 de febrero.
Una de las constantes que ha sido registrada por las cámaras de seguridad en las calles bogotanas y de establecimientos es la manera como operan los delincuentes, transportándose en motos, que de nuevo ponen en la mesa el tema que ha generado controversias, polémicas y hasta protestas por parte de los moteros: la restricción al uso del parrillero.
Esta medida, que se ha implementado en administraciones anteriores, ha generado un revolcón entre los moteros, quienes han realizado plantones y marchas en contra de esta decisión, en contraste con la manera en que la mayoría de delincuentes se movilizan en las motos para realizar sus ataques.
Ante la crónica situación que atraviesa la ciudad y que muestra el miedo, unido al desespero de los bogotanos de no sentirse tranquilos ni un solo instante, Galán manifestó en City TV que la situación de inseguridad “no es un tema de percepción, sino una realidad”.
Este es uno de los retos más grandes que tiene la administración de Galán: combatir a la delincuencia y devolverle la seguridad a los bogotanos.
Galán señaló: “Tenemos que ser más efectivos de lo que hemos sido hasta ahora, e ir detrás de las armas que usan los delincuentes, que muchas veces son armas alquiladas o que les prestan, o de sitios que adquieren fácilmente”, además de realizar retenes policiales como parte de la estrategia.
En diálogo con el medio, al ser preguntado sobre una posible prohibición de parrillero, como se ha hecho en otras ocasiones, Galán dijo que, según estudios, es una medida compleja para ejecutar debido a que “son muy difíciles de implementar en una ciudad y poca efectividad tienen”.
Aun así, no descartó la posibilidad y dijo que va a estudiarla, “pero en zonas muy específicas y muy limitadas”, remarcó.
La medida se impuso por última vez en la capital con restricción de parrillero hombre en algunos meses de 2022 y 2023.
El pasado 16 de febrero, el propio secretario distrital de Seguridad, César Restrepo, dijo que son varias las estrategias que está diseñando la administración distrital del alcalde para crear un nuevo modelo de seguridad en la ciudad.
“Una de las primeras respuestas que siempre se plantea es hacer la restricción del parrillero, eso genera un debate grande entre la ciudadanía. Entendiendo que la moto se ha convertido en un medio de transporte fundamental para una parte de los bogotanos y para solucionar los problemas de seguridad que hay en la ciudad, pero ¿qué es importante entender sobre esto?, que más allá de una medida del parrillero como una solución mágica, aquí hay que entender la dinámica de cada caso (de delito), como áreas geográficas, horas, modalidades y demás”, aseguró Restrepo.