Como medida de choque ante las bajos niveles que alcanzaron los embalses que abastecen de agua a Bogotá y los municipios de la sabana, se implementó una medida de racionamiento que funciona por ciclos. Dicha estrategia se mantiene y, según anticiparon desde el Distrito, podría extenderse hasta el mes de octubre.
Si bien durante mayo se han registrado precipitaciones en gran parte del país, aún no es suficiente para que los embalses se recuperen por completo. Para el caso de la capital, por ejemplo, el sistema Chingaza apenas se sitúa en un 24 %, es decir, ni siquiera está a mitad de su capacidad.
En virtud del complejo panorama, las autoridades locales han decidido mantener el racionamiento, toda vez que los embalses aún están en niveles críticos. En su reporte diario sobre los niveles de agua, el alcalde Carlos Fernando Galán destacó el trabajo realizado, sin embargo, destacó que aún se requiere potenciar esfuerzos.
“¿Qué hemos logrado? Reducir en más de 20 % el agua que traemos de Chingaza. ¿Qué podemos mejorar? Reducir aún más nuestro consumo de agua. ¿Cómo podemos hacerlo? Usando solo un vaso de agua para lavarnos los dientes. Es suficiente”, expresó el mandatario de los capitalinos en su cuenta de X.
En cuanto al consumo de agua, este bajó con respecto a la jornada anterior. Aunque no alcanzó la meta planteada por el distrito. De hecho, durante los últimos cinco ciclos de racionamiento, solo se ha conseguido este propósito en una ocasión, de manera que aún se requieren mayores esfuerzos en los hogares para ahorrar el preciado líquido.
De momento, el nivel de los embalses del sistema Chingaza se ubica en 24,05 %, y la meta para final de año es llegar a 75 %. En tal virtud, el alcalde Galán previamente ha manifestado que aún queda un largo camino y “Bogotá nos necesita a todos”.
¿Racionamiento hasta octubre?
Aunque, en general, los resultados del racionamiento han sido positivos, aún falta mucho camino por recuperar. Por tal motivo, la medida irá, por lo menos, hasta el próximo mes de octubre. Así lo confirmó la propia gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, Natasha Avendaño.
“Una cosa era la meta de llenado de abril, pero dado que de abril a octubre es la etapa creciente, o sea, de llenado de los embalses, todos los meses la meta va a ser más alta porque necesitamos que cada mes vaya creciendo en vez de cayendo el nivel del sistema Chingaza. Ahora la meta en mayo es más alta, en junio va a ser más alta, en julio va a ser más alta; si las lluvias siguen o el nivel de afluentes del sistema sigue siendo el que viene y si, además, seguimos restringiendo la cantidad de agua que traemos el sistema Chingaza, pues vamos a poder pegarnos nuevamente a esa curva guía o incluso superarla”, dijo Avendaño.
“Hemos tratado de transmitir este mensaje desde el principio con el señor alcalde: aquí no es para superar una crisis de corto plazo, esto no es, ‘ya que empezó a llover, entonces ya volvamos a consumir los 17 metros cúbicos por segundo que consumíamos antes’. No, esto tiene que ser un cambio de nuestra relación con el agua en el largo plazo, porque cada vez con la crisis del cambio climático vamos a tener más eventos de estos de sequía, más fuertes y más cerca”, agregó.