A través de un video, hombres encapuchados que dicen ser miembros del Estado Mayor del frente Capital de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, conocido como el Clan del Golfo, declararon la guerra a la banda delincuencial ‘Tren de Aragua’ en Bogotá.
“Desde los cerros del norte de Bogotá, el Estado Mayor del bloque Capital de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia comunica a la opinión pública de Bogotá y Cundinamarca que la delincuencia común está utilizando el nombre de las AGC para ocultar sus actividades delincuenciales”, lee uno de los hombres.
En el video, los encapuchados aseguraron que tomaron esas acciones por petición de la población civil y los comerciantes de la capital de la República. “Debido a la petición de gran parte de la comunidad, y especialmente del comercio, que están siendo víctimas de extorsión, y se aquejan de la ineficiencia y la indolencia de las autoridades civiles y la Policía frente al delito, hemos decidido combatir a toda la delincuencia que intente extorsionar o cometer algún tipo de delito contra la población civil”, agregaron.
En ese sentido, los hombres armados del ‘Clan del Golfo’ declararon “objetivo militar” al ‘Tren de Aragua’, “a sus cómplices, colaboradores y toda persona que sea allegada a este grupo”.
“Nosotros no extorsionamos al comercio, vamos en contra de eso”, agregaron los miembros del ‘Clan del Golfo’, quienes también dejaron un comunicado con fecha del 10 de agosto de 2023.
Las autoridades todavía no se han pronunciado sobre el video. Sin embargo, el 2 de agosto pasado, durante un consejo de seguridad, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, negó la supuesta presencia del ‘Clan del Golfo’ en Bogotá: “no hay evidencia de que exista el ‘Clan del Golfo’ en Bogotá, según información de inteligencia”.
En ese momento, había alerta en la localidad de Suba por unas pancartas alusivas al ‘Clan del Golfo’ que aparecieron colgadas en un puente.
Sobre el ‘Tren de Aragua’, no es novedad que delinquen en Bogotá. De hecho, la alcaldesa Claudia López ha atribuido homicidios, secuestros y extorsiones a ese grupo delincuencial.
Aterradores audios y mensajes del ‘Tren de Aragua’ en Bogotá
El ‘Tren de Aragua’ sigue siendo un dolor de cabeza para las autoridades. Comerciantes, ciudadanos, trabajadoras sexuales y habitantes de localidades como Kennedy, donde tienen un alto potencial delictivo, viven con miedo por el accionar criminal de dicha organización.
A las trabajadoras sexuales les cobran coimas para dejarlas trabajar; a comerciantes les cobran por falsos servicios de seguridad; a las tiendas de venta de licor las obligan a comercializar bebidas adulteradas; también deciden a qué empleados pueden y no pueden contratar. Quienes se niegan a cumplir con sus órdenes son amenazados. El Tren de Aragua envía sicarios motorizados para que atenten contra sus negocios, se evidencia en videos que fueron obtenidos por SEMANA.
Tras las graves acciones que viene ejecutando dicha estructura de múltiples cabezas, la Policía de Bogotá creó un grupo especial para poder combatirla. Ya se completan tres fases, la última de estas, y las más grande, dejó más de 20 presuntos integrantes del Tren capturados.
SEMANA conoció los aterradores audios con los que los integrantes de la red amenazaban a las víctimas de extorsiones cuando se resistían a pagar.
“Por qué cortas la comunicación, tú crees que cortando la comunicación vas a resolver eso con nosotros. Me voy a meter contigo y con tu familia, para que tú veas que el Tren de Aragua no come de Gobierno colombiano ni de nadie. Vinimos aquí a matarnos con quien sea, pero si tú quieres medir fuerzas conmigo, atente a las consecuencias”, amenaza un integrante del ‘Tren de Aragua’ a una de sus víctimas que le colgó la llamada.
En la más reciente operación de la Policía y el Gaula de Bogotá, se determinó que, en esta última fase, la estructura estaba integrada por 23 personas, ocho colombianos y 15 venezolanos, quienes dinamizaban los mercados criminales asociados al tráfico de estupefacientes, extorsión, comercialización de armas de fuego, licor adulterado y control de paga-diarios, entre otros.
Para lograr los delitos, utilizaban la intimidación, las amenazas y el homicidio para generar zozobra en la comunidad y mostrar poder delincuencial frente a otras estructuras. De igual manera, según la Policía, las órdenes criminales se daban desde la cárcel La Picota por Osmer Josué Castillo Urbaneja, alias Osmer, y Michael Brayan Reyes Naranjo, alias Brayan.