Las labores de reciclaje que adelantaba una mujer en el barrio Acapulco, en la localidad de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, terminaron desencadenando un macabro hallazgo: dos cuerpos sin vida fueron abandonados en plena vía pública, en un basurero, envueltos en costales.
El aterrador hallazgo se dio muy cerca del Hospital de Meissen. La mujer dio aviso oportuno a las autoridades e investigadores del CTI de la Fiscalía General de la Nación hicieron el respectivo levantamiento de los cadáveres y de acuerdo con las primeras indagaciones, las víctimas serían dos hombres.
“Tenemos el hallazgo de dos cuerpos de al parecer masculinos entre los 35 y 45 años en un sitio baldío de la localidad de Ciudad Bolívar. La Policía hace una recolección del material probatorio para poder determinar los posibles móviles de este lamentable hecho”, aseguró el coronel Carlos Augusto González, oficial de inspección de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Es así como de momento la investigación está en marcha para esclarecer los detalles detrás de este doble homicidio, mientras se recopila el material probatorio que permita conocer a los responsables.
De acuerdo con las primeras indagaciones, uno de los hombres que resultó muerto habría sido atacado con arma blanca, mientras que el otro tenía fuertes marcas en el cuello, por lo que se presume podría haber sido asfixiado.
Según lo explicó Noticias RCN, los cuerpos habrían sido abandonados por dos hombres que se movilizaban en una camioneta, lo que indicaría que el crimen fue perpetrado en otro lugar.
Sin embargo, el CTI de la Fiscalía, la Policía Judicial y demás autoridades están recabando todos los elementos necesarios para tratar de establecer no solo la identidad del presunto vehículo, sino también de las personas que arrojaron los cuerpos a la vía pública.
Impactante: así marcaron los cuerpos de víctimas del turismo sexual en Medellín
SEMANA tuvo acceso exclusivo a un informe del Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos y de la Dirección de Protección y Servicios de la Policía Nacional que expone la cara más oscura del turismo sexual en Medellín.
En el expediente aparece el nombre de Haven Edwardantione Cates III, un comerciante norteamericano de 32 años que viajó con frecuencia a los municipios del Valle de Aburrá y Bogotá, donde habría explotado sexualmente a menores de edad.
Al parecer, les ofreció dinero a las víctimas a cambio de acceder a sus peticiones obscenas. Varias adolescentes lo acusaron de este delito y, frente al material probatorio, fue capturado por agentes federales de Chicago junto a las autoridades colombianas.
Entre los señalamientos figura que, posiblemente, presionaba a las menores a tatuarse su nombre como una condición para darles la plata: “Significaba quedar marcadas y poder acceder a dinero extra”, sostuvieron los investigadores a SEMANA.
Presuntamente, las mujeres debían enviarle una fotografía de cuerpo entero en la que pudiera comprobar que su petición había sido cumplida. Con base en esto, tomaba la decisión de girar los billetes o negarse a hacerlo.
SEMANA revela el impactante expediente en manos de Estados Unidos sobre el depredador de turismo sexual que aterroriza a Medellín
La virginidad de las menores de edad de Medellín se negocia en las calles de Estados Unidos como si fuera un producto de supermercado. Así lo muestran inquietantes expedientes judiciales norteamericanos y colombianos que revela SEMANA.
El Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos y la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional sacaron a la luz una alianza de extranjeros cuyo objetivo es abusar sexualmente de adolescentes paisas.
Varios nombres aparecen en el cartel de la Operation Archangel, el proyecto investigativo que crearon las autoridades para perseguir a los extranjeros que cometen delitos sexuales en Antioquia y escapan a países donde dudan que serán procesados.
Los turistas buscan mujeres que no hayan empezado su vida sexual y pagan entre 100.000 y 350.000 pesos, aunque tienen otras condiciones: deben ser delgadas, tener rostros atractivos, glúteos llamativos y el cabello largo.
Detrás de este carrusel hay impactantes hechos de violencia: niñas obligadas a pasar su primera experiencia íntima frente a una cámara, marcadas con tatuajes para saber con qué sujeto estuvieron en la cama y retenidas porque se niegan a cumplir asquerosos fetiches.
Un influencer norteamericano que se presentaba en las redes sociales como Orion –que suma más de tres millones de seguidores– también sería miembro de la coalición de los gringos. Cuatro niñas lo involucran con supuestos actos de violencia sexual.
Él goza de un patrimonio económico importante porque, además de incursionar en internet, se dedicaba al negocio de las criptomonedas.