Hace un año, en julio de 2023, en extrañas circunstancias, apareció muerto en la Escuela de Cadetes General de Santander en Bogotá, el auxiliar de la Policía, Juan Diego Lozano, quien se encontraba prestando servicio militar en la institución.
En su momento, a su señora madre le informaron que el caso se habría tratado de un suicidio, pues dese la Escuela de Cadetes la llamaron para informarle que el auxiliar Lozano se había quitado la vida con un arma de dotación.
Desde el primer momento, la señora siempre puso en duda la versión de que su hijo en realidad se había quitado la vida, pues ocho días antes a cuando apareció muerto, ella compartió con él y no notó nada extraño.
Los interrogantes sobre la muerte de Lozano aumentaron con el paso de los días con las diferentes versiones que le fueron entregando a la madre. En un principio le afirmaron que el auxiliar le quitó el arma a un compañero y luego se suicidó, y después le aseguraron que el joven estaba jugando con el arma y se le disparó.
Un año después, el caso habría tomado un drástico giro después del dictamen del Instituto de Medicina Legal, que daría indicios de que el auxiliar de Policía en realidad habría sido asesinado al interior de la escuela.
Según el informe de Medicina Legal conocido por CityTv, el cuerpo del joven auxiliar presentaba una herida de proyectil de arma de fuego a la altura del pecho.
Lo más preocupante para la familia, es que de acuerdo con el informe, se enviaron muestras al laboratorio de sangre y fluidos seminales que tenía en el área rectal.
“Las palmas de las manos derecha e izquierda se encuentran abundante secreción sanguinolenta” sin salpicaduras y rastros biológicos en las uñas del joven muerto, según describió el citado medio.
La madre, en una entrevista con el medio, recordó además que su hijo de 18 años fue entregado a las autoridades portando un pantalón talla 38 y un bóxer XL, cuando en realidad usaba 32.
“Yo veo que a mi niño lo movieron. Hay videos, no todos me los han entregado y a la Fiscalía tampoco. A mi hijo lo bajaron del segundo piso y lo llevaron a la enfermería, de ahí”, dijo la madre.
A pesar del dictamen de Medicina Legal, aún quedan varias dudas sobre qué fue lo que en realidad pasó ese día en la Escuela de Cadetes General Santander y quién o quiénes serían los presuntos responsables de lo sucedido.
Serán las autoridades las encargadas de establecer lo que realmente ocurrió.