Los delincuentes siguen haciendo de las suyas en Bogotá, pues los robos son el pan de cada día en la capital del país. En las últimas horas, un intento de hurto en el barrio Santa Teresa, en la localidad de Usaquén, al norte de la ciudad, terminó en una balacera que generó zozobra entre la comunidad.
Eran alrededor de las 7:30 de la noche del martes 28 de marzo, cuando un señor llegó en su vehículo a un conjunto residencial. Para su mala fortuna, mientras se disponía a entrar al parqueadero para estacionar, un sujeto que iba a pie lo abordó por la ventana en un intento por quitarle sus pertenencias.
Fue ahí cuando un vecino del sector, quien se encontraba caminando por la zona, sacó un arma y empezó a dispararle al presunto ladrón, quien también accionó su arma en contra de esta persona y terminó huyendo del lugar. El hecho solo dejó daños materiales, dado que no hubo víctimas, ni heridos, ni tampoco ningún capturado.
Un testigo de lo acontecido narró cómo se percató de los hechos. “Yo me encontraba en el apartamento con mi esposa y de un momento a otro comenzó a sonar bala durísimo y nos tiramos inmediatamente al piso. Nos preocupamos por el guarda de seguridad, pues le gritamos y no apareció en ningún momento”, le dijo esta persona a CityTV.
De acuerdo con el relato de los vecinos del sector, fueron aproximadamente 30 los disparos que se escucharon en medio del tiroteo. Algunas de las balas afectaron varios apartamentos, de hecho, una de ellas entró hasta una habitación, pero por fortuna no había nadie en el lugar.
Video | Trabajadora de un almacén en Bosa salvó a un menor de edad
En un video de dos minutos de duración quedó registrado el valeroso acto que emprendió una trabajadora de un almacén ARA en la localidad de Bosa, en el suroccidente de Bogotá. En las imágenes, que fueron divulgadas en las redes sociales, se observa cómo estando en la puerta del establecimiento comercial ve una situación que llama su atención.
Camina algunos pasos para ver que un joven estudiante que porta su uniforme de educación física era abordado por otros dos hombres, que aparentaban ser vendedores de fruta. Tras notar la presencia de la trabajadora intentan desviar su atención y bloquear su vista con varias artimañas.
La trabajadora no se mueve del lugar y sigue atenta a los movimientos de los dos hombres. Uno de ellos, que vestía camiseta negra, se da vuelta y toma una canasta de frutas para ofrecerla, mientras su cómplice abrazaba al estudiante para que no saliera corriendo.
Minutos después llama a uno de sus compañeros. Ahí, nuevamente, el hombre de camiseta negra vuelve a intervenir para ofrecerles fruta y mirarlos de manera amenazante. Tras comprobar que era una situación totalmente atípica y que la seguridad del estudiante estaba en riesgo, va hasta donde estaba y lo agarra de la mano para ingresarlo al establecimiento.
Todo esto mientras su compañero la escoltaba. En otra de las cámaras de seguridad se ve la arriesgada acción y la angustia del estudiante mientras otros trabajadores de la tienda hablan con él. Como si fuera poco, y en el extremo del descaro, uno de los asaltantes va hasta la puerta del local para amenazarlos.
En la escena aparece otro empleado que lo ahuyenta mientras este da manotadas y se aleja. La empleada del supermercado recuperó el celular que ya le había sido hurtado al joven, a quien se le ve todavía nervioso y visiblemente alterado por el intento de robo.
Por el momento no se conoce ni la identidad de la trabajadora, la fecha en la que se presentaron los hechos ni el barrio. Por los colores distintivos tanto del uniforme de la valerosa empleada, así como de la decoración del lugar, se pudo concluir que se trata de un almacén ARA.