Este 9 de abril de 2023, como sucede desde hace 75 años, los colombianos recuerdan un episodio lleno de violencia y barbarie, el cual marcó la historia de este país.

En la tarde de ese 9 de abril de 1948, el candidato a la presidencia y el entonces líder del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán, salió de su oficina ubicada en el centro de la ciudad cuando fue interceptado por un joven que vivía en el barrio Ricaurte, identificado como Juan Roa Sierra, quien se acercó al líder político y le disparó tres veces, impactándole dos balas en la espalda y una en la cabeza.

Los principales destrozos se produjeron en el centro de Bogotá, donde funcionaban las oficinas públicas. | Foto: Foto: Bibliored

Cabe recordar que Gaitán estaba en compañía de su hombre de confianza, Plinio Mendoza, quien fue fue el primero en presenciar el ataque de Roa Sierra.

Estos hechos ocurrieron pasadas la 1:00 p. m. de ese día e inmediatamente Gaitán fue trasladado a la Clínica Central, sin embargo, sobre las 7:45, se informó de su fallecimiento. De acuerdo con los hechos que están grabados en la historia de los colombianos, el Partido Liberal tuvo un basto silencio sobre la muerte de Jorge Eliécer mientras analizaba cuál sería el camino de la bancada frente a la contienda política.

No obstante, el escenario en las calles del centro de Bogotá fue uno totalmente diferente a la relativa calma que mostró el partido. Mientras Gaitán se debatía entre la vida y la muerte en la clínica, un grupo de lustrabotas en el de la zona identificaron a Roa y empezaron a gritar “cojan al asesino”.

Seguido de esto, Roa Sierra fue correteado y capturado por unos dragoneantes, quienes lo encerraron en una droguería mientras le cuestionaban por qué había cometido el asesinato. Lastimosamente, este hombre no pudo contar con la suerte de ser solo simplemente detenido, ya que una turba enardecida fue por él y lo logró sacar del lugar. Tras esto, la gente llena de ira por el asesinato de Gaitán causó la muerte de esta persona. En ese sentido, los mismos historiadores son quienes la describen como “muerte de físico dolor”.

Jorge Eliecer Gaitán. Foto: Archivo

Ahora bien, cabe recordar que la muerte del caudillo y de su asesino desató uno de los episodios de violencia que inundó tanto a Bogotá como a todo el país.

La ola de acciones violentas se tomó al país. Las principales emisoras de Colombia registraron y narraron cómo la multitud se salió de control y saqueó locales comerciales, realizaron disparos, generaron incendios, hubo matanzas y una gran destrucción del mobiliario público.

En este hecho de violencia los policías entregaron sus armas por temor a ser linchados, mientras que francotiradores se encontraban en los techos de la entonces sede del Colegio San Bartolomé para contener a las masas que intentaban entrar al Palacio Presidencial para destruirlo.

De acuerdo con el libro Memorias del Olvido del historiador Arturo Alape, la ciudad se sumió en un temor indescriptible, la orden del gobierno era dispararle a todo lo que se moviera y se dice que hubo, mal contados, un total de 2.500 muertos en el país.

Estimaciones señalan que al menos 147 casas quedaron destruidas o seriamente dañadas el 9 de abril de 1948.