Las autoridades revelaron detalles alarmantes sobre el modus operandi de José Quevedo, el presunto asesino serial que ha sembrado el terror en la comunidad LGBTIQ+ de Bogotá. Conforme avanzan las investigaciones, se descubren patrones perturbadores en la forma en que este individuo elegía y manipulaba a sus víctimas.

De acuerdo con la exhaustiva labor realizada por las unidades de la línea investigativa de la Sijín de Homicidios y la Fiscalía General de la Nación, Quevedo tenía un método meticuloso para acercarse a sus víctimas. Utilizaba su encanto y habilidades persuasivas para ganarse su confianza, estableciendo así un vínculo sentimental. Sin embargo, tras ganar su complicidad, su verdadera intención se revelaba de manera trágica.

El sindicado, de nacionalidad venezolana, frecuentaba bares y establecimientos nocturnos para seleccionar cuidadosamente a sus objetivos. Observaba y evaluaba a las personas presentes, identificando a aquellos miembros de la comunidad LGBTIQ+ que despertaban su interés. Una vez elegidas las víctimas, las seguía hasta sus lugares de residencia, donde el ambiente de confianza se transformaba en una pesadilla.

Una vez dentro de los hogares de sus víctimas, Quevedo pasaba de ser un conocido a un agresor despiadado. Utilizaba tácticas intimidatorias y ejercía violencia extrema sobre los individuos seleccionados, llegando incluso a quitarles la vida. No contento con estos actos atroces, también saqueaba sus pertenencias, despojándolos de todo valor material.

Las autoridades revelaron detalles alarmantes sobre el modus operandi de José Quevedo, el presunto asesino serial que ha sembrado el terror en la comunidad LGBTQI de Bogotá (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images

En un proceso investigativo realizado durante seis meses de recolección, vigilancias, seguimientos, análisis de imágenes y videos, entrevistas, entre otros, se identificó la respectiva identidad de esta persona y su modus operandi.

Al respecto, el teniente coronel, Luis Roberto González Olmos, quien lidera el caso, afirmó que “Su accionar delictivo se basaba en establecer un vínculo sentimental con integrantes de la comunidad LGBTIQ+ a las que, posteriormente, asesinaba y hurtaba”.

La captura de José Quevedo, el pasado 16 de mayo, fue un paso crucial para garantizar la seguridad de la comunidad y llevar justicia a las víctimas y sus familias. Ahora, con el asesino serial bajo medida de aseguramiento, las autoridades esperan recopilar más pruebas y testimonios que respalden las acusaciones en su contra, y así lograr una condena ejemplar por los crímenes cometidos.

“El día 16 de mayo también se realiza diligencia de registro y allanamiento en su lugar de residencia, donde se hallan prendas con las que el victimario cometió los hechos y muchos de los elementos hurtados a las víctimas”, indicó la Policía.

En un proceso investigativo realizado durante seis meses, se identificó la respectiva identidad de esta persona y su modus operandi (Imagen de referencia). | Foto: Alexei Novikov

A Quevedo se le vincula en cuatro investigaciones, donde presuntamente se le atribuye su participación en tres asesinatos, es de anotar que en uno de estos casos una de las víctimas es una persona de nacionalidad extranjera, panameño.

Al sindicado se le relaciona con la muerte del estudiante David Estiven Mosquera, ocurrida el pasado 5 de mayo, y del homicidio de Néstor Alberto Gómez, el pasado 11 de febrero. Los hechos se presentaron en las localidades de Chapinero y Barrios Unidos.

Las autoridades continúan analizando los registros y testimonios recopilados para determinar si Quevedo estuvo involucrado en otros casos similares.

La comunidad LGBTIQ+ de Bogotá exige que se haga justicia y que este caso sirva como un llamado de atención para prevenir y combatir la violencia contra la diversidad sexual y de género.

Cabe recordar que, entre enero y marzo de este año, la Defensoría del Pueblo acompañó 40 casos de violencia por prejuicio (ataques para causar daño), que incluyeron a mujeres transgénero, hombres transgénero, hombres gay, mujeres lesbianas y personas intersexuales. En el informe anual del 2022, se registraron 394 casos de violencia por prejuicio, de los cuales 238 correspondieron a personas transgénero, 61 a mujeres lesbianas, 123 a hombres gais y 21 a personas bisexuales. Las principales formas de violencia fueron psicológica, física, violencia intrafamiliar y violencia sexual.

Entre enero y marzo de este año, la Defensoría del Pueblo acompañó 40 casos de violencia por prejuicio (ataques para causar daño) / (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images / Cristina Moliner