El vicecanciller Francisco Coy confirmó que el Ministerio de Relaciones Exteriores ya está analizando cómo modificar el régimen de visado ante la coyuntura que se presenta en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá, de migrantes africanos que están utilizando el país como zona de tránsito para llegar al norte del continente.
Coy aseguró que no se está viviendo una crisis migratoria, sino una “congestión” en el aeropuerto de las personas que llegan en un vuelo diario de Turkish Airlines, que aterriza sobre las 3:00 p. m. cada día y que pernoctan en la terminal aérea hasta conseguir su próximo vuelo hacia destinos como El Salvador y Nicaragua.
“Las personas que se han reportaron en la zona de tránsito arribaron al territorio colombiano con la intención de ir a otros países. Están en una zona internacional, ninguno de ellos ha pasado control migratorio. La mayoría de estas personas van en tránsito hacia El Salvador y otros, a Nicaragua”, detalló el vicecanciller.
El funcionario detalló que menos del 10 % de los migrantes no cumplen con los requisitos migratorios y que estas personas están cumpliendo con los requisitos de sus países de destino para viajar, como es el caso de El Salvador que les exige pagar un impuesto por el ingreso al país.
El flujo migratorio por el Aeropuerto El Dorado de africanos se detectó en octubre, cinco meses después de la resolución que emitió la Cancillería para retirar la exigencia de visa de tránsito para las personas provenientes de 27 nacionalidades de África, Asia y Centroamérica. Sin embargo, el canciller asegura que no hay evidencia de que la eliminación del visado haya tenido una relación directa con esta situación de congestión en la terminal aérea.
“Lo que hemos detectado es que no hay una relación con [...] la visa de tránsito y el número de personas. No hemos observado que haya una relación entre la eliminación de la visa de tránsito y el aumento de personas”, detalló Francisco Coy.
Incluso, Coy negó la hipótesis que se ha sostenido desde la oposición al gobierno del presidente Gustavo Petro que señala que esta coyuntura en el fenómeno de movilidad humana es producto del viaje hecho a África por la vicepresidenta y ministra de la Igualdad, Francia Márquez: “No hay ninguna relación entre el viaje a África y el aumento de este flujo migratorio”, señaló.
De hecho, se trata de una población que pagó por sus tiquetes aéreos para evitar el paso sobre el Tapón del Darién. “Algunos de ellos ya han definido su proceso de viaje y otros no. El 80 % de las personas que llegan en el vuelo de Turkish [Airlines] son de países africanos con la intención de pasar hacia el norte y no permanecer en Colombia”, agregó el funcionario.
El incremento en el flujo de migrantes africanos que, por lo general, involucra a niños, se viene observando y, por demás, se está incrementando, desde la modificación del artículo 8 de la Resolución 5488, que fue actualizada en mayo, con la Resolución 3717 del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. Con ello, esta nación abrió las puertas a los migrantes de paso, sin que las autoridades estuvieran preparadas para atender al extranjero en tránsito y evitar así las graves circunstancias que ahora se estarían presentando.
La modificación hecha a la política de migración redujo el número de nacionalidades que requieren visa de tránsito aeroportuario directo de 41 a 27, eliminando esta exigencia para ciudadanos de Guinea (África occidental), entre otros países, lo cual ha sido un factor determinante en el aumento de pasajeros africanos que transitan por Bogotá. En Colombia fue levantado el visado a 22 países, lo que dio paso a coyotes aéreos para hacer fechorías.