La inseguridad en Bogotá sigue desbordada. En la noche del miércoles, 3 de abril, un nuevo hecho de esta naturaleza mermó la tranquilidad de los habitantes del barrio Tisquesusa, en la localidad de Engativá.
Las cámaras de seguridad ubicadas en el sector registraron cómo los delincuentes llegaron a la vivienda a bordo de un taxi. Allí ingresaron y, con armas de fuego, intimidaron y amenazaron a sus víctimas. Estos sujetos se llevaron todos los objetos de valor que encontraron a su paso y escaparon en la camioneta de dicha familia.
Pero los delincuentes no contaron con que el esquema de vigilancia del barrio los tenía en la mira. Las víctimas alertaron rápidamente sobre el robo y, de inmediato, los vigilantes emprendieron la persecución.
Siguiéndoles el paso mediante las cámaras de seguridad, los vigilantes lograron interceptar la camioneta que minutos antes habían robado. Los delincuentes descendieron del vehículo e intentaron escapar a pie.
Los videos muestran cómo uno de los delincuentes se alejó de la escena y logró escapar, pues abrió fuego mientras lo perseguían y subió a una motocicleta. Por otra parte, los vigilantes lograron capturar a dos de los maleantes, quienes suplicaron la ayuda de las autoridades para que los civiles no los lincharan.
La comunidad, enfurecida por el actuar de los delincuentes, golpeó a uno de ellos y lo dejó en ropa interior. “No me peguen, no me peguen”, suplicó el presunto ladrón, a quien la Policía tuvo que rescatar para que los vecinos del sector no continuaran con la golpiza.
Posteriormente, al lugar llegó otro vigilante con un segundo implicado en el robo. Las personas no contuvieron su enojo y arremetieron con más golpes.
Extorsión desde las cárceles: así es como este fenómeno está impactando en la seguridad de Bogotá
El crecimiento de la extorsión en Bogotá se alimenta, en gran parte, de la actuación de redes criminales desde las cárceles del país. La falta de supervisión por parte del Gobierno Nacional (Ministerio de Justicia y del Derecho – Dirección de Política Criminal y Penitenciaria- y el Inpec), la coordinación con el Ministerio de Defensa, y el mal funcionamiento y desactualización de las plataformas tecnológicas encargadas del bloqueo de la señal de dispositivos celulares y computadores no permitidos desde las cárceles.
Esta situación ha generado cifras alarmantes en Bogotá. Según datos del Siedco a nivel distrital, en las localidades se ha venido evidenciando un preocupante aumento en los meses enero-febrero de 2024 comparados con los mismos del año anterior, con variaciones porcentuales de 500 % para Teusaquillo, 330,8 %, Mártires 314,3 % Bosa, y de 300 % para casos como Ciudad Bolívar y Barrios Unidos.
Las localidades con mayor número de casos en los meses de enero-febrero son Suba (70), Los Mártires (56), Kennedy (48) Engativá (30) y Bosa (29). Entre el año 2022 y 2023, este delito ha venido en crecimiento en todo el territorio nacional, con un aumento del 7.9%. La extorsión en el país pasó de 9.791 casos a 10.560 por año.
Se estima que el 40 % de las extorsiones se realizan desde las cárceles del país. Durante el último año, el principal medio de extorsión fue el celular (4.513 casos, 42 %); seguido de la extorsión directa en locales o vivienda (2.754 casos, 26 %) y redes sociales (1.511 casos, 14 %).
Según un informe de la fundación Paz y Reconciliación, Bogotá fue la ciudad con mayor incremento en el país: 22 % entre 2022 y 2023. En el 2023, la capital registró 1.626 casos, los cuales significan 291 casos más que en 2022. La ciudad presentó una tasa de 20.41 extorsiones por cada 100 mil habitantes en 2023.