El concejal Oscar Ramírez Vahos, del Centro Democrático, denuncia que los habitantes del barrio María Paz, en la localidad de Kennedy, viven atemorizados por las bandas criminales que operan en el sector. De acuerdo con el cabildante, los habitantes y comerciantes deben poner cercas para defender el espacio público de los delincuentes, que pertenecerían a la banda criminal ‘Satanás’.
“El espacio público está invadido por la delincuencia. Nos sorprende que hoy la delincuencia tenga atrapada por la ciudadanía. Los vecinos tienen que poner una reja para protegerse de la delincuencia, cuando deben ser los delincuentes los que estén detrás de una reja en una cárcel. Pero no, vemos en toda esta UPZ que tenemos esta problemática”, manifestó el concejal.
En un video, publicado en sus redes sociales, el concejal evidencia las rejas que instaló la comunidad, las cuales evitarían el ingreso de delincuentes. Detrás de las cercas, según Ramírez Vahos, se lleva a cabo la venta de estupefacientes y se cobran rentas criminales.
“La pelea de las bandas criminales que se están disputando ese territorio. Hoy los ciudadanos están atrapados en sus propias casas”, agregó.
De acuerdo con Ramírez Vahos, existe una disputa territorial entre el Tren de Aragua y la banda ‘Satanás’, la cual ha amenazado a la Policía en el sector.
“Amenaza a la Policía. El operar delictivo está frente a la Policía y tiene incapacidad de reacción frente a una situación que se desbordó. Se salió de todo nivel y necesitamos la intervención inmediata para que esta comunidad recupere la tranquilidad”, solicitó el cabildante.
Ramírez también le pidió a las autoridades que se normalice la situación: “Hacemos un llamado a Óscar Gómez Heredia, secretario de Seguridad, a la alcaldesa local de Kennedy y a la Policía Metropolitana de Bogotá, para que se realice una intervención integral y se logré la desarticulación de las bandas delincuenciales”.
De acuerdo con el cabildante, lo que ocurre en el sector de Kennedy es similar a la crisis en el Bronx, zona que fue recuperada en 2016.
Elcy Delgado, habitante del barrio, asegura que las personas que llegan al sector después de trabajar por fuera corren peligro por la criminalidad.
“Nos toca salir tres o cuatro personas a recogerlos. En cada esquina están los ladrones y los atracadores. Han llegado a quitarle hasta el coco del almuercito que llevan a trabajar, también se lo roban. Así será la delincuencia y la inseguridad. Es terrible”, manifestó la vecina.
Blanca Tellez, otra habitante del sector, dice que quienes viven ahí tuvieron que “autosecuestrarse” por la inseguridad: “Ninguna entidad distrital nos ha querido colaborar. Colocamos unas rejas para medio poder vivir en paz. También les decimos a las autoridades que somos familias comunes y corrientes, con niños y adultos mayores. Necesitamos la protección del distrito porque nos sentimos abandonados”.
Aseguró que los atracos, por lo general, son contra jóvenes que estudian en la universidad y personas trabajadoras. “Los atracan y, cuando no se dejan atracar, hasta perros pitbull les sueltan para que sean agredidos”.
“Que no se vulnere más a los ciudadanos, pues ellos tienen derecho al goce de un ambiente sano, a la defensa de sus bienes, del espacio público, a la seguridad y tranquilidad. Los jíbaros y los delincuentes deben estar en las cárceles y no en las calles, aquí no puede imperar el miedo ante los ojos de todos sin que nadie haga nada”, recalcó el concejal.
Además, recordó que en 2011 hubo una acción popular que falló a favor de los ciudadanos y que exige que se recupere el espacio público en el sector: “¿Por qué no se ha acatado está decisión del Juzgado Cuarto Administrativo? ¿Dónde está la alcaldesa local, Defensoría del Espacio Público y demás entes competentes? ¿Qué pasa con las amenazas a los policías del sector, ya se están investigando? ¿Dónde están las capturas y judicializaciones?”.