Miles de ciudadanos transitan diariamente por el puente de la calle 106 con carrera novena, en el norte de Bogotá, sin embargo, lo que ocurría debajo de la estructura estaba lejos de la imaginación para muchas de estas personas.

A este concurrido sector de la localidad de Usaquén llegaron las autoridades distritales para ejecutar un operativo que permitió el desmantelamiento de un paga diario que venía funcionando debajo del puente.

“Encontramos que había un paga diario donde, desafortunadamente, ocurrían actividades ilegales. Era un escondedero de criminales, escondían actividades y objetos robados”, precisó el secretario de Gobierno de Bogotá, Felipe Jiménez Ángel.

Operativo puente de la 106 con novena. | Foto: Captura de pantalla Twitter @GobiernoBTA
Operativo puente de la 106 con novena. | Foto: Captura de pantalla Twitter @GobiernoBTA

El funcionario, además, recalcó que el operativo tuvo tres ejes fundamentales: traer oferta social al sector, limpiar el sitio y dejarlo como un lugar seguro para transeúntes y residentes.

Durante el operativo se retiraron 25 toneladas de residuos que estaban bajo la estructura. Así mismo, las autoridades incautaron 17 armas blancas y encontraron dinero en efectivo, también billeteras y otros objetos de valor que habían sido hurtados.

Con un arma de fuego asaltaron un establecimiento en Normandía en el que dispararon sin piedad

En la noche del jueves 16 de marzo se registró un nuevo asalto en la capital. En esta oportunidad, tres delincuentes, con armas blancas y una pistola, llegaron hasta un establecimiento bar del barrio Normandía, ubicado en la localidad de Engativá, al occidente de Bogotá.

Los asaltantes protagonizaron un intolerante ataque en contra de varios de los clientes que se encontraban tomando una cerveza. La cámara de seguridad del establecimiento capturó varios de los violentos momentos vividos por los ciudadanos; la angustia fue notoria y la vida del dueño del bar también estuvo en peligro.

De acuerdo con las declaraciones de las autoridades, sobre las 10:30 p. m. ocurrió el asalto, el trío de delincuentes ingresó al establecimiento y, enseguida, intimidaron a los clientes con las armas. Uno de los señalados se dirigió a una mesa y, con cuchillo en mano, comenzó a amenazar a varios hombres.

Los delincuentes intimidaron a sus víctimas con armas cortopunzantes y una pistola. | Foto: Getty Images / Paul Bradbury

Por otro lado, en la entrada del bar se quedó uno de los asaltantes y, a su vez, amenazó a otras personas que estaban cerca, lo hizo con, al parecer, un arma de fuego. En cuanto al tercer delincuente, este ingresó rápidamente para atacar al dueño del establecimiento nocturno.

Ante esto, varios de los clientes no se dejaron atemorizar y se defendieron. En imágenes quedó consignado el momento cuando uno de los hombres se defendió con una silla, pues los asaltantes procedieron a disparar sin piedad.

Afortunadamente, ninguna de las víctimas resultó herida; sin embargo, los mismos propietarios indicaron que esta no es la primera vez que experimentaran estos hechos de inseguridad en el barrio.

Condenan a dos venezolanos que, luego robar a sus víctimas, las golpeaban en la cara con armas traumáticas

Desde mayo de 2020, Romer Javier Colina y Argel José Mogollón venían azotando a la comunidad del barrio Galán, de la localidad de Puente Aranda, en Bogotá, mediante el hurto a personas en horas de la madrugada. No contentos con robarlas, también las golpeaban.

La investigación y línea de tiempo que llevó el fiscal del caso demostró que en al menos 5 casos manejaron el mismo modus operandi, que consistía en atacar personas que salían hacia sus trabajos, en horas de la madrugada, para apoderarse de todas sus pertenencias y, tras del hecho, después las atacaban con armas traumáticas y armas blancas en el rostro, causándoles lesiones de gravedad.

Condenan a dos venezolanos que luego robar a sus víctimas las golpeaban en la cara con armas traumáticas | Foto: Fiscalía General

Luego de su captura, por solicitud de la Fiscalía General de la Nación, un juez condenó a la pena de 20 años de prisión a los ciudadanos venezolanos en calidad de coautores de los delitos de tentativa de homicidio, concierto para delinquir y hurto calificado.

En las audiencias se demostró que los dos condenados participaron en por lo menos cinco hechos, se presume que puedan ser más, uno de ellos ocurrido el 13 de enero del 2020 en contra de una persona quien, al oponer resistencia al robo, recibió un impacto en la cara con un arma traumática causándole daños irreparables en el rostro.