Entre las pérdidas materiales reportadas por el desastre vivido en la vía entre Bogotá y La Calera, están las viviendas. Justo, una de esas, es la de Margot Torres. Su casa está, o estaba, al frente del punto del deslizamiento más grande de tierra.

“Se vino la montaña, nos taponó la casa, tumbó el apartamento y nos quedamos prácticamente sin vivienda. Se dañaron todos los enseres, colchones, cama, la ropa. Nada quedó sirviendo. Todo se daño”, relata señalando con sus manos lo que queda de la estructura amarilla.

Cuenta que personal de la Alcaldía estuvo allí, pero que en este momento no tiene certeza de si le brindarán ayuda.

“Me quedé sin nada. No se puede habitar, no se puede arreglar, porque estamos en zona de riesgo. Toca esperar a ver en qué nos va a colaborar la alcaldesa, el Gobierno… Un apoyo, a ver en qué nos pueden colaborar, porque mi hija se quedó sin vivienda y yo también. No tenemos a dónde ir. Nos dieron posada aquí arriba donde una vecina, pero solamente para quedarnos en la noche”.

En su relato, agrega que vivía del arriendo de una de las habitaciones de la casa que habitaban y que tuvo que desocupar.

“El barro subió a 70 cm y dañó todo. Esta mañana se sacó todo y lo cargaron en la volqueta, porque, en cualquier momento, se puede venir la montaña otra vez y acaba de dañar lo poquito que se salvó, que no fue mucho, no fue nada, mejor dicho”, concluye Margot.

Frente a la respuesta de las autoridades, SEMANA preguntó al Idiger por el proceso que se llevaría a cabo en este caso puntual. Esto teniendo en cuenta que se anunciaron kits de traslado y también en el caso de reasentamientos, ayudas del Gobierno. Se esta a la espera de la respuesta.

Otra de las viviendas que se tuvo que derribar está a metros de la de Margot. “Acá había una casa, esto era por donde se pasaba, este era el depósito de la tienda y tuvieron que demoler”, describe José García, otro de los vecinos.

“La montaña empezó a arrastrar y habían unos carros y de repente se quedó aquí. Toda la tierra se vino hacia este lado y se cayó ese pedazo de parqueadero y tuvieron que mandar a demoler por precaución”, explica mientras muestra la pendiente que quedó, porque se desbancó la tierra.

Narra que, contrario a sus vecinas, la casa que habita no tuvo tantos daños. “Nada más inundaciones, nada grave, grave. Yo estaba con mi hermano en el barrio y tuve que llevarlo a la casa”.

Finalmente, el joven José, con herramienta en mano, mostró cómo avanza la construcción del muro de contención con el que buscan prevenir afectaciones similares. “Por eso colocaron esos tubos, para que la próxima vez que vuelva a llover no suceda eso”.

Balance de atención de la emergencia

Sobre las 2:00 de la tarde, la alcaldesa de la capital, entregó la última actualización de las labores de rescate. “Desafortunadamente no tenemos la ubicación de la persona que está desaparecida. Yo personalmente he estado presidiendo el punto de Arboretto. Tenemos concentradas más de 200 personas, cuatro equipos profesionales de rescate, Ejército, Bomberos, Policía y Defensa Civil. Estamos dándole con toda. Todavía no tenemos buenas noticias, pero seguimos trabajando”, precisó.

Respecto, a la oportuna gestión del inicio de la búsqueda, confirmó que aumentaron la capacidad. “Desde ayer se está buscando. Hoy tenemos más gente, muchos más equipos de rescate. Ayer teníamos entre 30 y 40 personas, hoy tenemos 200. Yo he hablado con la hija, con la esposa, he estado al lado de ellas”.

También relató que los demás trabajos han avanzado con normalidad. “El clima nos ha ayudado toda la mañana, tiempo seco, entonces hemos podido trabajar sin novedad. Con drones del Ejército, Policía e Idiger ya hicimos la verificación de toda la parte alta de la montaña y no tenemos bolsones de agua ni represamiento. Es una gran noticia porque nos alivia cualquier riesgo adicional que se pudiera presentar cuando vuelva a llover.”

Asimismo, señaló que las otras labores se desarrollan con normalidad.

“En los cuatro puntos donde distribuimos la maquinaria todo mundo está trabajando sin novedad. Vamos bien. Hemos estado concentrados en remover escombros, en talar árboles que generan riesgo, en desenergizar puntos que tienen postes caídos”.