“Sentí que mi vida estaba pendiendo de un hilo. Tengo miedo de volver a salir a la calle. La angustia es enorme”. Con esas palabras, Juliana, a quien llamaremos así para reservar su identidad, recuerda los aterradores momentos que vivió a manos de unos delincuentes que la apuñalaron en su pierna izquierda, en medio de un atraco a mano armada en Bogotá.
La angustia de Juliana no es para menos. El atraco con arma de fuego y arma cortopunzante del que fue víctima junto con un amigo suyo ocurrió a pocas cuadras de su lugar de residencia, lo que ha hecho que el temor se apodere de ella cada vez que sale de su casa.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado 27 de abril, en el barrio San Patricio, en la localidad de Usaquén, cuando Juliana y su amigo salieron de un establecimiento nocturno. Cuadras más adelante, fueron abordados por los delincuentes.
“Yo estaba en una cervecería y salimos caminando con un amigo de camino a mi casa. Cuando estábamos próximos a llegar, unos tipos salieron de la esquina. Yo en ese mismo momento presentí que iba a pasar algo. Ellos hicieron como el amague de seguir derecho, y ahí me relajé un poco, pero de repente se acercan a nosotros y uno de ellos coge a mi amigo con un revólver y se lo pone en la cara. Mi reacción fue salir a correr”, contó Juliana.
En ese momento, inició la pesadilla para esta mujer. “Uno de los delincuentes me alcanza, me tira al piso, me golpea y yo, en la adrenalina del tema, no me doy cuenta de que el tipo está armado. Yo simplemente grito pidiendo auxilio, pero nadie salió a ayudarme”.
“A mí finalmente no me alcanzan a robar nada, pero a mi amigo sí le robaron su teléfono iPhone. El atraco no duro más de 10 segundo, y después los delincuentes salen corriendo hacia un carro que los estaba esperando en la esquina”, agregó Juliana.
Fue después de que los ladrones salieron corriendo que el amigo de Juliana se dio cuenta de que la mujer estaba herida en su pierna izquierda y estaba perdiendo sangre.
“Mi amigo trata de ver la placa del carro, pero le fue imposible, no pudo identificarla. El caso es que él regresa a mí para preguntarme cómo estoy y es cuando él se da cuenta, mirando al piso, que estoy sangrando y que me apuñalaron en la pierna izquierda”, sostuvo Juliana.
De inmediato, la mujer fue trasladada hasta la clínica Santa Fe, donde recibió atención médica. “La herida no es muy larga, pero sí es muy profunda, por lo tanto me tuvieron que coger puntos”, indicó.
De acuerdo con Juliana, el sector en el que ella y su amigo fueron víctimas del atraco ha sido tomado por los delincuentes. En los últimos días, un ciudadano extranjero también sufrió un robo a mano armada y fue herido con arma blanca en varias oportunidades.
“En esta zona roban mucho, uno no sabe qué es lo que pasa. Lo curioso es que tengo conocimiento de que en el sector vive un ministro, y eso está muy militarizado, pero de este lado no hay militares y se han aprovechado mucho los delincuentes“, precisó.
Según el relato de Juliana, una vez los delincuentes le robaron el teléfono celular a su amigo, intentaron hacer transacciones por más de 20 millones de pesos, pero la entidad bancaria impidió los movimientos de dinero.
La mujer señaló que aunque puso la denuncia correspondiente, en primer momento no recibió mucho apoyo de las autoridades.
“Por la angustia de la herida, yo no llamé a la Policía en ese momento, ni cuando estuve en la clínica. Pero días después puse la denuncia ante la Fiscalía, ya me asignaron un fiscal y mañana iré al despacho del fiscal para presentar las pruebas. Sin embargo, debo mencionar que el fin de semana estuve con mi amigo en la URI de Paloquemao y la respuesta que nos dieron es que los fines de semana no atienden este tipo de delitos”, acotó la joven.