“Los conductores estaban totalmente desesperados, no sabían qué hacer, no se podían mover. Por las fuertes inundaciones, había algunos vehículos pequeños que prácticamente estaban flotando en el agua a punto de golpearse con otros carros. No había acceso a ningún baño, a alimentación, y quienes estaban en carros o buses grandes podían resguardarse del frío, pero hubo quienes tuvieron que subirse encima de sus vehículos para protegerse”.
Ese es el relato que Miguel León, empleado de la empresa de transporte público Cootranszipa, le dio a SEMANA tras las fuertes inundaciones que afectaron el pasado miércoles 6 de noviembre a la Autopista Norte en Bogotá. Centenares de vehículos quedaron totalmente inundados e inmovilizados por las fuertes precipitaciones que se presentaron en el lugar.
El corredor colapsó por completo. Los estudiantes de los colegios de la zona fueron los más perjudicados. “Hacia las 4:00 de la tarde empezamos a notar que el agua comenzó a meterse a las rutas escolares, y una hora después, las rutas de menor tamaño estaban completamente inundadas. Con los profesores sacamos a los estudiantes de las rutas para que pudieran estar a salvo. Fue hacia las 11:00 de la noche que comenzó la evacuación. Se nos prestó el servicio de lancha desde la calle 222 hasta la Escuela de Ingenieros para que los estudiantes pudieran moverse de un lugar a otro”, explicó un profesor del Gimnasio Los Robles.
Un total de 1.546 personas, incluidos estudiantes, docentes y personal de apoyo, tuvieron que ser evacuadas.
La emergencia no fue menor. Según el propio alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, desde hace casi tres décadas no llovía con la misma intensidad del pasado miércoles.
“La precipitación que tuvimos en esta zona es algo que no se presentaba en los últimos 27 años, según los cálculos de Idiger, y la capacidad del alcantarillado de Bogotá está pensada en eventos que se producen más o menos cada diez años”, dijo.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, reveló que en un solo día llovió en esta zona lo equivalente a un mes. Pero esta inundación es el resultado de una lluvia de desaciertos.
“La Autopista Norte fue construida sobre el humedal Torca Guaymaral, y esa es una de las problemáticas que tenemos acá y que debemos enfrentar en el mediano y largo plazo para resolver definitivamente la afectación que ha habido en esta zona”, sostuvo Galán.
“El principal problema ocurre cuando las aguas llegan al inicio del humedal Torca, porque se genera una inundación debido a la falta de una conexión adecuada que permita que el agua continúe su flujo natural. Cuando el volumen de agua llega al humedal, se encuentra con zonas saturadas. Esto bloquea el flujo del agua, y el humedal no tiene la capacidad para amortiguar estos eventos de lluvia extrema ocasionando inundación”, sostuvo la gerencia de Lagos de Torca.
Ampliación de la vía
Las fuertes inundaciones revivieron el debate sobre el proyecto que busca la ampliación de la Autopista Norte, la cual no solo permitiría agregar carriles extras a la vía, sino que además solucionaría la conexión hídrica del humedal Torca Guaymaral.
En marzo de 2021, se publicaron los pliegos para la licitación pública de “Accesos Norte Fase II”, en el que se contempla la ampliación de la Autopista Norte con una longitud de 17,96 kilómetros y una inversión de 1,3 billones de pesos.
Un año después, en marzo de 2022, las obras le fueron adjudicadas al consorcio Estructura Plural Ruta Bogotá Norte, conformado por Obrascon Huarte Sucursal Colombia y Termotécnica Coindustrial. Y en abril se firmó el contrato.
El proyecto es una APP de iniciativa pública financiado en un 37 por ciento con recursos de los peajes que están en la zona y el 63 por ciento con vigencias futuras. En ese sentido, Bogotá acompañó la estructuración del proyecto con el otorgamiento de permisos, pero la ejecución depende del Gobierno nacional.
Este proyecto debía empezar obras en el 2023 y ser entregado en 2029, pero hoy está totalmente paralizado. El 2 de enero de este año, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) decidió negar y archivar la solicitud de licencia ambiental para el proyecto. Para la Anla, el concesionario no incluyó análisis detallados sobre la conectividad hídrica y ecológica del humedal Torca Guaymaral y tampoco las quebradas que alimentan el ecosistema.
A pesar de las objeciones de la Anla, para el Distrito, el concesionario y Lagos de Torca, la solicitud de licencia ambiental para la ampliación de la Autopista Norte va a permitir la conexión hídrica entre los humedales. El proyecto estipula la construcción de varios box culvert debajo de la vía para elevar en unos cuatro metros la Autopista Norte, conectando así los humedales en ambos costados.
“El proyecto incorpora elementos muy importantes. Pasa de tener tres puntos de conexión, o box culvert, que tiene hoy, a tener siete en total, de los cuales algunos son de diez metros de ancho, que elevan la Autopista Norte en varios puntos hasta cuatro metros de altura para permitir esas conectantes que garanticen la reconexión hídrica no solo de los humedales Torca y Guaymaral, sino también de las quebradas que hay en la zona. Todo esto se combina con los esfuerzos que está haciendo Lagos de Torca de intervenciones y restauración de las quebradas”, señaló el alcalde Galán.
Al respecto, la gerencia de Lagos de Torca puntualizó que la única solución para evitar futuras emergencias como la ocurrida esta semana en la Autopista Norte “es una reconformación hídrica y ambiental total del sistema, y por eso estamos trabajando para recuperar las nueve quebradas que alimentan el humedal, la reconformación del canal y del humedal Torca Guaymaral y garantizar su conectividad con el río Bogotá”.
No obstante, para la Anla los planteamientos son insuficientes. La ministra de Transporte, María Constanza García, explicó a SEMANA las razones para el archivo de la licencia ambiental. “Tiene que haber una armonización de todos los diseños que se están haciendo en la zona, porque son varios proyectos que se están ejecutando, y los datos frente a los volúmenes y los caudales no estaban coincidiendo en los diferentes proyectos. Y hoy el concesionario tiene que demostrarle a la Anla que la solución que se plantea es eficiente porque los proyectos de infraestructura deben adaptarse a las condiciones hidráulicas”.
Frente a la construcción de los box culvert y la postura de la Anla, la ministra afirmó: “Esto no es de oposición, es de técnica. Se debe demostrar con números, y modelos, que la solución que se plantea es idónea y pertinente para un periodo de retorno de lluvias de 100 años, que la solución no va a colapsar”.
Para la ministra Muhamad, se debe elevar por completo la Autopista Norte y unir los humedales.
Tras el archivo del trámite de licencia ambiental, durante estos meses el concesionario ha venido trabajando con el Distrito en los conceptos para que pueda presentar nuevamente dicha solicitud. Se espera que ese trámite se cumpla en noviembre de este año.
De cumplirse con los requerimientos técnicos, se dará luz verde al proyecto. “No es postura del Gobierno, ese es el objetivo de la ingeniería. El proyecto está estructurado, está en su fase de preconstrucción, y en esta fase, como parte de las obligaciones del concesionario, debe obtener la licencia ambiental”, dijo la ministra García.