Durante los últimos días, parece que en la capital del país la inseguridad no se desprende. La razón de ello se debe a múltiples casos en los que la criminalidad es un factor que preocupa a la ciudadanía, en especial porque ya van al menos cinco homicidios presentados en Bogotá, según las autoridades locales.
Lo más reciente
Día tras día, la ola de inseguridad da muestra de que se necesita hacer algo. Entre lo más reciente, el lunes 24 de julio, fue asesinada una persona en un acto de sicariato al norte de Bogotá.
Esta vez, un hombre de 56 años de edad, identificado como Adolfo Alberto Ortega, fue asesinado en la calle 85 con carrera séptima, mientras salía de un reconocido gimnasio de la zona.
Según el informe preliminar, el hombre era un empresario de vehículos de alta gama. Los sicarios, quienes llegaron a bordo de una motocicleta, estuvieron varios minutos esperando a la víctima afuera del gimnasio y, cuando el hombre salió del lugar, lo habrían llamado por su nombre y fue ahí cuando desenfundaron el arma y acabaron con su vida.
Frente a lo ocurrido, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, anotó que “la víctima de sicarios era un comerciante con anotaciones penales por tráfico de estupefacientes, estafa y extorsión”, pero “debía ser sometido a la justicia y no a los sicarios”.
Sin embargo, ese no es el único caso que figura en la capital. En los últimos siete días también se presentó el asesinato de un comerciante en el restaurante Balsámico situado en Cota, el pasado 18 de julio.
Dos hombres fueron los responsables del tiroteo que causó la muerte de John Beiker Arroyo, de 31 años, a quien iba dirigido el ataque, conoció SEMANA.
Según información del Sistema Penal Oral Acusatorio (Spoa), Arroyo tenía anotaciones por inasistencia alimentaria, violencia intrafamiliar y lesiones personales.
Como si fuese poco, el tiroteo dejó más víctimas, ya que cinco personas resultaron lesionadas.
Más casos
A la lista se suma el asesinato de dos ganaderos frente a Corferias. El hecho de violencia se registró en la noche del miércoles 19 de julio y, aparentemente, fue ordenado por un grupo de narcotraficantes con nexos en Colombia y Venezuela.
De acuerdo con los estudios forenses, las dos víctimas extranjeras, un hombre de nacionalidad venezolana y el otro, portuguesa, fallecieron producto de los impactos de bala que fueron propinados por un sicario, usando un arma de fuego tipo pistola. Cada una de las víctimas recibió tres disparos, repartidos entre la cabeza, el tórax y el estómago.
“Estaban en la feria agropecuaria y, en momentos en que se encontraban transitando, fueron interceptados por una motocicleta y, sin mediar palabras, son impactados con arma de fuego. Luego huyeron del lugar”, señaló un testigo a la Fiscalía.
Por último, el pasado lunes 17 de julio se presentó un hecho de violencia en localidad de Engativá, al noroccidente de Bogotá, pues fue asesinado un hombre de 64 años.
La víctima, al parecer, fue abordada por dos hombres en moto cuando se disponía a ingresar a su vivienda en el barrio Florida, en compañía de tres allegados. Ante esto, las autoridades pertinentes siguen trabajando en la indagación del caso.
En resumen, en la capital hay temor por parte de la ciudadanía, en especial de aquellas personas que transitan a las primeras y últimas horas de cada día por asuntos laborales.
Y es que los índices de criminalidad son notorios, ya que las autoridades manifiestan que la mayoría están relacionados con hechos de sicariato, sin dejar de lado que el transporte público también se convirtió en un espacio inseguro para una buena parte de los bogotanos.