La inseguridad, sin duda alguna, sigue siendo uno de los principales problemas que aqueja a Bogotá, a tal punto que cómo combatir la criminalidad se ha convertido en la propuesta más debatida entre los candidatos a la Alcaldía de la capital del país.
En el marco de esta contienda, Probogotá Región publicó los resultados del Índice Integral de Seguridad en las localidades, un ejercicio encaminado a evaluar el estado de la seguridad, la convivencia y la justicia en las localidades del Distrito Capital. Esta es la tercera entrega que consiste en un seguimiento al avance o retroceso de los resultados en las unidades administrativas locales.
A través del índice se hace una comparación ordinal en cuatro pilares:
1. Ambiente de seguridad.
2. Delitos y comportamientos incívicos.
3. Resultados operativos.
4. Percepción de seguridad
Los resultados en los cuatro pilares se obtuvieron a través de un modelo de winsorization seguido de una normalización de las distintas variables. Luego se promediaron los cuatro pilares y de esta forma se obtuvo la lista ordinal con las localidades mejor calificadas y las de menores puntajes.
“El promedio de puntajes, alcanzados por las 19 localidades urbanas en el Índice Integral de Seguridad en 2022 (4,8), deja ver que el desempeño de la ciudad en el ofrecimiento y construcción de condiciones de seguridad, convivencia y confianza ciudadana es el peor desde que se empezó a aplicar esta metodología”, explica Cesar Restrepo, director de Seguridad Urbana de Probogotá Región.
Las localidades con peores puntajes
Las localidades que obtuvieron la calificación más baja en esta edición fueron Antonio Nariño, Ciudad Bolívar y Los Mártires. Las tres conforman la franja suroccidental de la ciudad. Las dos primeras son escenario de una lucha por control territorial y social entre organizaciones criminales que explotan las restricciones de inclusión y desarrollo social, las condiciones de informalidad y las deficiencias de desarrollo urbano imperantes en la zona.
En detalle, la localidad de Antonio Nariño, calificada con el tercer menor puntaje del año, empeoró su desempeño, pasando de 4,7 en 2021 a 3,9 en 2022 y retrocedió dos puestos respecto al ranking de la ciudad. La calificación de esta localidad disminuye sostenidamente desde el primer año de aplicación de la metodología.
Esta localidad registró un mal desempeño en todos los pilares, llamando la atención por tener la mayor tasa de hurto de motocicletas en la ciudad. Asimismo, la victimización directa pasó de 17,2 % en 2021 a 20,7 % en 2022.
También, es una de las tres localidades con mayores tasas de mortalidad perinatal y en menores de cinco años. Asimismo, su disponibilidad de Estructura Ecológica Principal y espacio público efectivo se ubica entre los más bajos de la ciudad.
“Esta localidad es una de las que demanda mayor exigencia en términos de transformación del entorno y mejoramiento de servicios como base para la construcción de seguridad, convivencia y estabilidad”, agregan el Índice.
En cuanto a Ciudad Bolívar, registra una disminución del 13 % en su puntaje, pasando de 4,4 en 2021 a 3,84 en 2022. Esto se debe a un peor desempeño en todos los pilares, salvo en el pilar de resultados operativos. En ese pilar se observa una mayor proporción de capturas asociadas a delitos como homicidio, hurto a residencias, hurto a comercio, lesiones personales, delitos sexuales y extorsión. También registró una mayor proporción de automotores, motocicletas y bicicletas recuperados.
La ocurrencia de eventos críticos de seguridad a lo largo del año genera como resultado una reacción orgánica de los cuerpos de seguridad que se traduce en disminución de espacios para el crimen, mayores resultados operacionales y generación de periodos de estabilidad.
“Lastimosamente, estas actuaciones tienen una característica reactiva, lo que no hace sostenibles los resultados. Ante el repliegue en un plazo del esfuerzo adicional hay un regreso de la criminalidad que impone mayores afectaciones a la población de la localidad. Además, tiene características de entorno que contribuyen a ambientes de convivencia y seguridad complejos”, especifica el informe del Índice.
La peor calificación de 2022 la obtuvo la localidad de Los Mártires, una posición que ha mantenido desde que se inició la aplicación del índice. Aun así, en 2022 mejoró su calificación frente a 2021 en 41 %, obteniendo el mejor resultado desde que se aplica el indicador: 3,74. Esto se debe a una mejora en su puntaje tanto en el pilar tres de resultados operativos como en el cuatro de percepción de seguridad, en este último gracias a una mejor percepción sobre el servicio de policía y en general el ambiente de seguridad.
“Más allá de los resultados positivos de esta localidad en comparación con los años anteriores, es preciso señalar que continúa siendo la localidad con mayor riesgo de inseguridad de la ciudad. En esto, la mala calidad del espacio público, las modalidades de uso del suelo, el caos de movilidad y el estancamiento de procesos de renovación urbana se han convertido en ventajas para la violencia, el crimen y las incivilidades”, afirmó Cesar Restrepo, director de Seguridad Urbana de Probogotá Región.
Los mejores puntajes
Las localidades ubicadas en la zona norte registran los mejores puntajes en los cuatro pilares del Índice Integral de Seguridad en las Localidades. Dos de las tres mejores localidades calificadas son Usaquén y Chapinero y la de mejor calificación en 2022 es Teusaquillo, una localidad del núcleo centro que sirve de bisagra con la zona norte.
“Teusaquillo es la única de las tres localidades que mejoran su calificación en 2022 y una de las once que se ubica por encima del promedio de ciudad. Este resultado se debe a un mejor puntaje en el pilar de ambiente de seguridad y en el pilar de percepción de seguridad. Esta localidad registra el menor porcentaje de hogares con déficit de vivienda, el mayor porcentaje de hogares con acceso a internet y registra bajas tasas de mortalidad perinatal y mortalidad en menores de cinco años, comparado con las otras localidades de la ciudad”, detalla el informe del Índice.
Asimismo, en el pilar de percepción de seguridad, la localidad registró el menor porcentaje de victimización indirecta de la ciudad, de ahí que su calificación mejore pasando de 7,76 en 2021 a 8,30 en 2022.
En cuanto a Usaquén, la localidad disminuyó su puntaje en 2022 debido a un retroceso en todos los pilares. Sin embargo, su condición permanente de buen desempeño respecto a la ciudad generada por condiciones físicas y de entorno socioeconómico superiores, en el contexto general de la ciudad, hacen que los malos resultados en los cuatro pilares no la desplacen por debajo del promedio de ciudad.
“Las tasas más bajas de homicidios, de hurto a bicicletas, lesiones personales y violencia intrafamiliar de la ciudad se ubican en esta localidad. Un elemento determinante para esto se relaciona con la estructura urbana que la caracteriza y la concentración de servicios de múltiples características que otorgan un diferencial en convivencia e integración social”, afirman desde Probogotá Región.
La tercera localidad con mejor calificación para el 2022 es Chapinero. Si bien esta enfrenta a una disminución de 6,2 en 2021 a 5,28 en 2022 y un peor desempeño en todos los pilares frente al año anterior, factores socioeconómicos, oferta de servicios y estructura urbana impulsan su ubicación en el ranking general.