Como se anunció hace algunos días, la jornada del 7 de junio ha estado marcada por las manifestaciones a nivel nacional en apoyo al gobierno de Gustavo Petro. El epicentro de la marcha es Bogotá, la cual ha tenido un agitado día.
Desde finales de mayo, centrales obreras y sindicatos anunciaron una marcha alrededor de todo el país para apoyar la gestión de los últimos diez meses del presidente y, del mismo modo, presionar al Congreso para el debate y la aprobación de las reformas radicadas.
En horas de la mañana, concretamente a las 9:00 a. m., la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) convocó a los manifestantes a acudir desde esa hora al Parque Nacional para dar inicio a la jornada. El rumbo que tomaron fue por toda la carrera séptima hasta la Plaza de Bolívar. Sin embargo, desde una hora antes del encuentro, las autoridades ya reportaban complicaciones en materia de movilidad.
Desde las 5:00 a. m., las autoridades del Centro de Gestión de Tránsito iniciaron funciones frente al monitoreo de la movilidad alrededor de la ciudad. Sobre las 7:49 a. m. se reportaron las primeras complicaciones en la movilidad en la carrera 13 con calle 65 sentido norte-sur. La movilización avanzó por la carrera 7 con calle 57 en sentido norte-sur.
Para descongestionar el tráfico, las autoridades indicaron que los transeúntes podían tomar una ruta alterna en la Avenida Caracas, debido a que la manifestación continuó por la calzada de la séptima con calle 53. Durante todo ese tiempo, las autoridades hicieron el respectivo acompañamiento. Del mismo modo, TransMilenio informó que los servicios duales de la carrera 7 se desviaron por la movilización.
A las 9:00 a. m. la manifestación generó afectaciones en otros puntos de la ciudad. Para ese momento, la carrera séptima con calle 36 y 42 ya experimentaban tráfico vehicular. La ruta alterna siguió siendo la Caracas, a la espera que el flujo volviera a la normalidad. Por su parte, TransMilenio informó que la calzada de la séptima con calle 36 se cerró en ambos costados.
Horas después, el tráfico se complicó en la calle 19 con carreras 27 y 10, sumado a que las otras zonas de la ciudad todavía se encontraban con obstáculos en la vía. En adición, TransMilenio informó que la movilización por la carrera 10 con calle 19 se vio obstaculizada, por lo que las estaciones de Museo Nacional, San Diego, Las Nieves, San Victorino y Museo del Oro dejaron de operar parcialmente.
Minutos después, la entidad de transporte masivo informó que las estaciones volvieron a operar, a excepción de Museo del Oro.
La capital ha contado con la presencia de 400 funcionarios, que han cumplido la función de acompañar la marcha. Según las cifras, han estado 325 gestores de convivencia, 70 policías de tránsito y 60 agentes civiles. A medida que avanzaba la marcha por la séptima, el presidente de la República, Gustavo Petro, se pronunció en redes sociales, destacando la cantidad de personas que salieron a las calles.
Por su parte, el secretario de Gobierno, Felipe Jiménez, indicó que la movilización iba a continuar hasta el mediodía cuando llegara a la Plaza de Bolívar y esperara que el mandatario saliera a apoyarlos y dar un corto discurso. Hasta ese momento, la jornada estaba en calma y con ninguna otra complicación externa al tráfico. Del mismo modo, la estación de Museo del Oro volvió a operar con normalidad, tras más de dos horas cerrada.
A medida que la jornada avanzó, varios sectores de la política criticaron al mandatario, afirmando que en las marchas hubo presencia de estudiantes de colegio, quienes deberían estar en sus obligaciones escolares y no allí.
Finalmente, poco más del mediodía, el presidente de la República salió a recibir a la manifestación con un efusivo discurso que dejó varias inquietudes en la sociedad. En esta ocasión, no lo hizo desde el balcón de la Casa de Nariño, sino que habló desde la plaza pública.
El mandatario, en medio de los vivas de sus seguidores, dio un discurso incendiario, en el que, nuevamente, arremetió en contra de las instituciones que han denunciado e investigado las interceptaciones que se habrían dado en medio de su Gobierno y que lo han tenido en ojo del huracán desde hace algún tiempo.
Igualmente, aseguró que algunos sectores buscan tumbar las reformas que promueve su gobierno para luego sacarlo de la Presidencia, en lo que, según él, sería un “golpe de Estado”.
Luego de irse contra el Congreso, el turno en la crítica de Petro fue para las encuestadoras y quienes divulgan estos estudios de opinión. Según el mandatario, los malos resultados que ha tenido últimamente en estas mediciones son “una estrategia” para “destruir” el apoyo a su gobierno. También se refirió sobre los ataques a la prensa y les solicitó a los manifestantes no desistir en el apoyo hacía su gestión, para que sigan siendo un impulso para las reformas.