Prácticamente no hay ninguna población focalizada que no requiera atención priorizada en una ciudad que sufrió una fuerte crisis por cuenta de la pandemia, que dejó secuelas económicas, familiares y personales a millones de personas en las 20 localidad que la componen.

Las cifras indican que a lo largo y ancho de la capital de la República, la administración extendió su ayuda a un total de 603.351 personas de diferente caracterización socio económica; los más pequeños y los más vulnerables por su condición de edad y salud tuvieron especial énfasis. Cerca de 99 mil pequeños fueron atendidos en los Servicios de Educación de la entidad, que se empeñó en que ellos y las bogotanas embarazadas y con carencias evidentes pudieran tener una ayuda oportuna.

“En infancia atendimos acerca de 75.000 niñas, niños y mujeres gestantes que requerían de nuestra gestión, a través de los jardines infantiles, del programa Creciendo Juntos, también, desde los programas de vejez atendimos a más de 23.000 adultos mayores en nuestros programas de Centros Días que, además, este año implementamos Centro Día al Barrio como una mejora de bienestar para nuestra población adulta mayor, atendido a más de 87.000 adultos mayores con apoyos económicos en la ciudad”, reveló Margarita Barraquer, secretaria de Integración Social de Bogotá.

Por otro lado, la atención a varias poblaciones vulnerables focalizadas entregó buenas noticias. 3518 niños, niñas y adolescentes en situación de discapacidad recibieron herramientas para promover oportunidades de inclusión y de fortalecimiento de sus capacidades y habilidades. Mientras tanto, 8.946 habitantes de calle y en riesgo de serlo fueron atendidos a través de 9 modalidades de atención, que comprenden 12 unidades operativas y 2 estrategias territoriales.

Simultáneamente, la entidad brindó atención especializada y diferenciada a 4.979 personas LGBTI, sus familias y redes de apoyo, que incluyó atención psicosocial a las personas que fueron víctimas de situaciones de exclusión y discriminación octubre se atendieron.

La actividad en las Comisarías de Familia fue muy intensa en el año que termina, pues la Secretaría de Integración Social brindó atención a 131.446 personas, de las cuales 36.996 fueron víctimas de violencia intrafamiliar, un fenómeno que es poco denunciado pero que se ha convertido en uno de los flagelos más recurrentes entre los bogotanos, especialmente por los conflictos derivados de la fuerte crisis económica que enfrentan muchos de ellos.

Como parte de la respuesta integral del Distrito, la entidad articuló esfuerzos en las llamadas Manzanas del Cuidado, y por eso “no puedo dejar de mencionar el tema la alimentación, más de 92.000 raciones de comida servidas a la población más vulnerable esta ciudad cada día el esfuerzo que hacemos va dirigido a eso a resolver las necesidades y atender a las familias y población más vulnerable de Bogotá”, acotó Barraquer.

La Secretaría también consolidó servicios para otro tipo de poblaciones en vulnerabilidad extrema como jóvenes; 54.962 recibieron atención y formación en la Política Pública de Juventud del Distrito, y muchos de ellos recibieron el curso de agentes de cambio social en prevención.

“Tenemos que avanzar en el cumplimiento de las metas que nos propusimos en el plan de desarrollo, generar acciones de calidad para que todos los servicios sean los mejores y, por supuesto, seguirle apostando al Sistema Distrital de Cuidado como estrategia para garantizar el bienestar de las cuidadoras y cuidadores, tendremos en el 2023 una nueva política pública de infancia, comenzaremos la de personas, una gran cantidad de acciones que nos va a permitir cumplir a cabalidad con las propuestas desde el plan de desarrollo”, concluyó la líder de Integración Social”, confirmó la secretaria, que espera un último año de administración a todo vapor.