Avanza en Bogotá la construcción del nuevo puente de la calle 100 con Avenida Suba, que forma parte de la troncal de TransMilenio de la Avenida 68 que servirá como alimentadora a la primera línea del Metro y aunque las obras van a buen ritmo, en los últimos días se hizo viral una denuncia de la ciudadanía en la que se advierte que el puente estaría quedando torcido.
Al respecto, el director del IDU, Orlando Molano, le salió al paso a los comentarios y aunque admitió que hay algunos desniveles en la obra, aseguró que no hay ningún riesgo.
El proceso constructivo de la curvatura que se presenta será tratado en el proceso de acabados del puente de forma posterior, como lo son el tensionamiento de las dovelas (estructura que genera la unión de los dos tramos del puente), la construcción e instalación de los New Jersey (barandas laterales en concreto) y la conformación de la capa de rodadura (capa final de asfalto, la más fina).
Estos detalles se enmarcan en una serie de actividades que buscan mejorar las condiciones visuales en cuanto al aspecto, entre estas son: tensionamiento final de dovelas, actividad que se realiza y está dentro del procedimiento constructivo para terminar de asegurar la estructura como una sola unidad, esto permite ajustar aspectos visuales y mejorar las condiciones de resistencia de la estructura en su conjunto.
“Hace poco el alcalde Carlos Fernando Galán me envió un video y me preguntó que si este puente de la calle 100 con avenida Suba estaba quedando torcido. Por eso vinimos al puente a revisar y quiero contarles que no tiene ningún problema estructural, tiene algunos desniveles, pero porque le hace falta la capa de rodadura (capa final de asfalto, la más fina) que tiene entre 5 y 7 centímetros. Cuando se aplique esta capa de rodadura y se tensione el puente con los cables postensados, este va a nivelarse más”, sostuvo el director del IDU, Orlando Molano.
Además de las razones expuestas, también hace falta la instalación de las barreras New Jersey (barandas laterales en concreto), las cuales delimitan los extremos del puente para su funcionamiento y permiten mejorar la estética y la seguridad de la operación. Es pertinente resaltar que son cambios estéticos que no afectarán, según lo expuesto por la interventoría, la funcionalidad del puente.
Desde abajo, según el IDU, la estructura del puente se ve algo torcida, sin embargo, es normal por el método de construcción que se está utilizando: “Si uno ve el puente desde abajo, efectivamente se ve que está desnivelado, pero es por la forma con la que se está construyendo este puente. Y es que cada 4 x 7 metros se funde un módulo, el cual pesa lo de dos volquetas, casi 60 toneladas, por lo cual que se desnivele 3 o 5 centímetros en normal dentro del proceso de construcción y no afecta ni el cálculo ni el diseño estructural. Tampoco va a afectar la seguridad de los vehículos”, agregó Orlando Molano.
De acuerdo a lo manifestado por el informe de interventoría, la ensambladura de los dos tramos del puente se mantiene garantizada tanto en el costado norte como el costado sur, en ese sentido indica: “que las desviaciones del puente presentadas dentro del seguimiento para cada dovela (estructura que genera la unión de los dos tramos del puente), se encuentran dentro de las tolerancias definidas en los diseños (…) desde el área de topografía de la interventoría, se ha realizado acompañamiento diario a los topógrafos designados por el contratista y con equipos propios se levanta y revisa la información estructural antes, durante y después de cada vaciado de concreto a través de las dovelas”.
Finalmente, respecto a la capacidad del puente, la interventoría indica: “(…) se puede concluir, que los elementos que componen la estructura cumplen con la condición inicial estructural de diseño y garantiza su uso para los vehículos de diseño BRT de manera segura y cómoda sobre una superficie de rodadura en concreto asfáltico”.
El puente será entregado con anticipación
El puente contará con dos carriles exclusivos para TransMilenio, con una longitud de 350 metros y un gálibo (altura entre la superficie de rodadura de la calzada y el borde inferior de la superestructura del puente) de 5.25 metros, asegurando una movilidad fluida y eficiente para los usuarios del sistema. La entrega está proyectada para mayo o junio de 2025, no obstante, gracias a la gestión realizada por todo el equipo del IDU junto con el contratista y los interventores, se espera que sea entregado a finales del presente año.
“Vinimos a verificar el puente la calle 100 con avenida Suba, que hace parte del tramo 8 del corredor de la avenida 68 y está programado para ser entregado entre mayo y junio del próximo año, sin embargo, lo vamos a entregar a finales de este (2024). Seguimos trabajando fuertemente con el consorcio, la interventoría y todo el equipo del IDU. Son más de 280 personas las que están al frente de este proyecto”, indicó el director Molano.
Así mismo, el corredor de intervención, que se extiende desde la carrera 48a hasta la carrera 65 de la avenida calle 100, tiene una distancia de 1.06 km y contempla una serie de mejoras sustanciales en la infraestructura vial y de transporte. Entre las obras más destacadas se encuentran la construcción de 10.24 km de carril mixto y 7.78 km de carril exclusivo para TransMilenio, así como la instalación de dos nuevas estaciones y el traslado estratégico de una estación preexistente.