El pasado 28 de febrero, un padre llegó hasta el Hospital Vista Hermosa, ubicado en la localidad de Ciudad Bolívar, sur de Bogotá, con su hijo de cuatro años gravemente herido. De acuerdo con la versión del progenitor, el menor se cayó por una escalera; sin embargo, Medicina Legal conformó lo contrario.
Insistentemente, el padre sostuvo ante las autoridades la versión de la caída pese a la contundencia de los golpes, pero los médicos ni los uniformados le creyeron al ver las heridas del pequeño.
“Ellos observan y activan un patrón de violencia intrafamiliar en el cuerpo del menor, ya que presenta golpes que no son contundentes a una caída de escalera”, indicó la patrullera Vanessa de la Ossa, investigadora del caso.
El informe pericial del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses señaló que las lesiones no eran compatibles con una caída, sino que correspondían a golpes contundentes que ocasionaron, dos horas después de ingresar al centro asistencial, el fallecimiento del menor de cuatro años.
Ante lo sucedido, las directivas del hospital se comunicaron con el grupo especial de homicidios de la Policía de Bogotá.
“Se observa el patrón de violencia intrafamiliar en el menor, ya que hay golpes contundentes en la cabeza, en la mejilla, en los glúteos, lo que fie muy alarmante”, añadió la patrullera De la Ossa.
El padre del menor de edad fue capturado por unidades de la Policía Nacional. Un fiscal de la Seccional Bogotá le imputó el delito homicidio agravado. El procesado no aceptó los cargos y deberá cumplir media de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.
Padre le hizo vivir un ‘infierno’ a su hija
La persona que debería protegerla se convirtió en su verdugo. Esto fue lo que le pasó a una niña, de entonces ocho años, que fue víctima de presunto abuso sexual por parte de su padre.
Labores de la Policía Judicial evidenciaron que la menor habría sido sometida a todo tipo de vejámenes sexuales por parte de su progenitor en Pereira. De acuerdo con las pesquisas del caso, el padre se habría aprovechado de que la madre de la niña la había dejado a su cuidado para trabajar en otra ciudad.
Todo parece indicar que el hombre le hizo vivir un infierno a la pequeña por dos años, iniciado en 2020, cuando la menor tenía ocho años.
Según lograron determinar las autoridades, las agresiones eran cometidas en la vivienda del progenitor, en el barrio Las Palmas de Pereira. Para que la menor no contara lo sucedido, al parecer, el hombre la amenazaba con someterla a fuertes castigos.
Por estos hechos, la Fiscalía General de la Nación imputó al procesado como presunto responsable de los delitos de acceso carnal violento y acto sexual violento, ambos agravados.
Una fiscal del Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) de la Seccional Risaralda, logró que un juez de control de garantías de Pereira impusiera medida de aseguramiento en centro carcelario.
Asfixió a su excompañera sentimental
Alterar la escena del crimen y tergiversar los hechos no fueron suficientes para que un hombre señalado de feminicidio agravado en la isla de San Andrés se saliera con la suya.
Los repudiables hechos que se investigan ocurrieron el 8 de julio de 2022 en el barrio Morrislanding, de San Andrés Islas, donde la Policía Nacional encontró el cuerpo sin vida de una mujer de 28 años, quien resultó ser la excompañera sentimental del procesado.
La Fiscalía General de la Nación presentó cargos ante un juez de control de garantías contra Ángel Jiménez Narváez, a quien se le acusa de cometer feminicidio agravado, acceso carnal violento agravado y ocultamiento, alteración o destrucción de elementos materiales probatorios.
Según Jiménez Narváez, cuando llegó a la vivienda, encontró el cuerpo de la mujer colgado y afirmó que ella se habría ahorcado con la correa de un perro. Sin embargo, el dictamen del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses concluyó que la muerte de la víctima fue consecuencia de una asfixia mecánica por estrangulamiento y que la mujer presentaba signos de violencia sexual.
El procesado fue capturado por el Cuerpo Técnico de Investigación Seccional San Andrés el 30 de enero de este año en una vía del archipiélago. A pesar de los cargos que le imputó un fiscal de la Unidad de Vida, el hombre no se allanó a ellos. Ante la gravedad de los hechos y el material probatorio, un juez de control de garantías ordenó este 20 de febrero su privación de libertad en un establecimiento carcelario.