Lo que empezó como una escapada romántica a las montañas de Tobia, Cundinamarca, se convirtió en una verdadera historia de terror. A través de redes sociales, un joven identificado como Esteban narró los escalofriantes momentos que vivieron a mitad de la noche, cuando un sujeto armado con un machete los intimidó e intentó abusar sexualmente de su pareja.
“Nosotros habíamos reservado el fin de semana para pasar con mi pareja, estábamos celebrando mes. Lo que queríamos que fuera una celebración se convirtió en una pesadilla. El día domingo (13 de agosto), en la madrugada, ingresó una persona armada y encapuchada, cerca de la 1:00 a. m. Nosotros nos encontrábamos durmiendo. Esta persona nos amenaza a los dos con el único fin de abusar sexualmente de mi pareja”, relató el joven.
Fueron momentos extremadamente críticos. Según comentó Esteban, pudo haber pasado cualquier cosa: “Me pudieron haber matado a mí, pudieron haber violado a mi novia”.
Su propia pericia fue lo que los salvó. Estaban en medio de la nada y, al parecer, no había personal de seguridad que custodiara el área en que funciona el glampin Hepzibah, donde ocurrieron los hechos denunciados por el joven.
Esteban llevó a esta persona hasta su vehículo, con la excusa de que lo encerrara allí mientras procedía con sus nefastas intenciones. Por fortuna, encontraron un espacio que les permitió resguardarse, ingresaron al carro y se encerraron.
“En ese momento, cuando llegamos al carro, afortunadamente en un descuido, logramos encerrarnos. Encendí el carro, arranqué, me llevé a esta persona, estrellé el carro, empecé a tocar el pito y hacer luces para ver si alguien nos ayudaba”, continuó el joven en su relato.
Según dijo, en el glampin no había nadie de la parte administrativa y tampoco personal de seguridad. Estaban completamente solos, además, el portón estaba cerrado con candado y cadena. Pasaron alrededor de 40 minutos hasta que una patrulla de la Policía pasó por el lugar, los uniformados saltaron la puerta para ingresar y acompañaron a la pareja mientras se efectuaba el debido reporte.
Natalia, la pareja de Esteban, dijo sentirse bastante asustada y vulnerada como mujer. “Fue una situación horrible, que no le deseo a nadie. A mí me tocaron, me manosearon, vulneraron mi privacidad y mi derecho en un momento tan íntimo. Hago este video no por dañar a nadie, sino para que otras mujeres y personas que van a estos sitios no les pase esto. Gracias a Dios nosotros estamos bien y no nos pasó nada de lo que nos pudo haber pasado”, expresó en el video donde hicieron la denuncia.
Los acusan de mentirosos
Por si la experiencia no fuera de por sí aterradora, el propietario del glampin no demostró empatía con Esteban y Natalia. Según indicó el joven, al momento en que las autoridades indagaron por lo sucedido, manifestó que debía conseguir asesoría legal y que no iba a hablar.
A su llegada a Bogotá, la sorpresa fue mayor. Desde el glampin les estaban notificando que habían contratado un investigador privado y que, presuntamente, “la historia no concuerda”. En resumen, los acusaban de ser unos mentirosos y que todo se trataba de un montaje ficticio para no pagar el saldo que se debía.
“No hubo empatía de parte de los propietarios del hotel y estos al día de hoy nos están cobrando un saldo pendiente por los servicios prestados y creen que esto es una historia ficticia por no pagar 208.000 pesos”, anotan en la denuncia publicada en redes.
“No conforme, esta persona buscó a mis amigos más cercanos por redes sociales, se comunicó con ellos, no sé cómo consiguió números de teléfono y está instigando a todas las personas cercanas a mí. Mi novia está destruida, no puede comer, no puede dormir, no está tranquila, no puede salir de la casa sin sentirse vulnerada”, agregó Esteban.
Hasta el momento, el glampin Hepzibah no ha emitido una comunicación sobre lo sucedido, aunque cambió la configuración de su perfil de Instagram a privado.