Una patrullera de la Policía Metropolitana de Bogotá resultó gravemente herida cuando una botella impactó en su rostro, causándole varias cortaduras al momento en el que uniformados del CAI Caldas acudieron a un llamado para intervenir una riña.
Los hechos sucedieron en el barrio El Amparo, en la localidad de Kennedy, al sur de la capital del país. De acuerdo con la Policía, eran cerca de 70 personas las que se estaban enfrentados en la riña en esta zona de la ciudad.
La patrullera, quien recibió el fuerte impacto de la botella en su cara, terminó con heridas abiertas en nariz, parpado y boca.
“Se atendió un requerimiento en vía pública, sector del Amparo, jurisdicción del CAI Caldas; se generó una riña con unos ciudadanos, aproximadamente 70 personas, la Policía dirige todos los recursos disponibles en ese momento para atender la situación”, le aseguró a CityTV el capitán Darwin Núñez, comandante del CAI Caldas.
El uniformado agregó: “Sale lesionada una patrullera de la Policía Nacional, generándole una herida abierta en el sector del pómulo izquierdo, en el párpado. Ayer le hicieron una cirugía de córnea en el hospital Central de la Policía Nacional y estamos a la espera de su pronta recuperación”.
De acuerdo con el comandante, un hombre fue el agresor de la patrullera y los demás uniformados lo capturaron y lo dejaron a disposición de las autoridades competentes.
A lo largo de este 2023, un total de diez uniformados de la Policía Metropolitana de Bogotá han resultado heridos en medio de requerimientos.
Descarados: policías que extorsionaban en Soacha se tragaron varios billetes al ser descubiertos
En un impactante suceso que ha sacudido a la ciudad de Soacha, en el departamento de Cundinamarca, varios policías se han visto involucrados en un caso de extorsión, donde tomaron una inaudita medida para ocultar la evidencia: se tragaron el dinero. Un video capturó el momento en que los billetes quedaron atascados en sus gargantas, resultando en la necesidad de trasladar a los oficiales a un hospital para recibir atención médica.
En el video se observa el rostro pálido del oficial de policía que atragantado con los billetes dice: “No tengo nada, yo no he recibido nada, absolutamente nada, no se de qué me están hablando”, mientras que trata de tomar respiraciones profundas, traga y tose en medio de su desesperación. Entre tanto, uno de los agentes del Gaula toca el pecho del señalado por extorsión y dice, “toca llevarlo al hospital para que le hagan un lavado”.
La denuncia, que dio origen a este escandaloso caso, fue presentada por la víctima ante el Gaula (Grupo Antisecuestro y Extorsión), quien reportó que agentes de la Policía exigieron inicialmente una suma de dos millones de pesos y posteriormente amenazaron con cobrar un millón de pesos, de manera semanal. A pesar de que la familia logró reunir un millón de pesos, la víctima fue llevada ilegalmente a una estación de Policía, donde permaneció retenida por al menos dos horas antes de ser liberada bajo la condición de entregar 500.000 pesos semanalmente.
Es relevante destacar que la víctima había sido vinculada previamente a una investigación por un delito sexual y, al parecer, los policías aprovecharon este proceso para llevar a cabo la extorsión, utilizando la vulnerabilidad y el miedo como herramientas coercitivas.
Durante el momento de la captura de los policías implicados se pudo observar en el video que llevaban puestos pasamontañas y ocultaban sus bocas. Uno de los oficiales, de aproximadamente 30 años de edad, tenía varios billetes en su boca y decidió tragarlos con el propósito de evitar que los agentes del Gaula los confiscaran. Sin embargo, esta acción resultó en complicaciones para el oficial, quien requirió asistencia médica para remover el dinero atascado en su garganta.
El director de la Fiscalía de Cundinamarca, Carlos Manuel Silva, en una entrevista con Mañanas Blu, proporcionó detalles sobre el incidente. Confirmó que uno de los oficiales ingirió un billete de 100 000 pesos y ocho billetes de 50 000 pesos, sumando así la cantidad exigida a la familia de la víctima. Ambos policías involucrados, cuyas edades oscilan entre los 30 y 35 años, se encuentran hospitalizados debido a las complicaciones estomacales derivadas de la ingesta del papel moneda.
La Fiscalía ha legalizado el procedimiento de captura de los oficiales y les ha imputado los delitos de secuestro extorsivo, debido a la retención ilegal de la víctima en la estación de Policía, así como extorsión agravada y destrucción de evidencia. Se espera que se lleve a cabo una investigación exhaustiva para determinar la responsabilidad de los implicados y aplicar las sanciones correspondientes.