En medio de las polémicas generadas en las últimas semanas, la alcaldesa de la ciudad de Bogotá, Claudia López, en compañía del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) presentó hace pocos minutos los diseños del Corredor Verde de la Carrera Séptima y dieron todos los detalles en cuanto a la proyección y la obra pública.
Según la alcaldesa, el objetivo es transformar el espacio público existente con más zonas verdes que ayuden a mejorar la movilidad sostenible desde todos los frentes: transporte público, transporte de vehículos particulares, ciclistas y peatones en la zona nororiental de la capital.
El costo estimado del proyecto rodea los 2,5 billones de pesos que incluyen la interventoría, la obra y los costos de mantenimiento durante cinco años después de haber iniciado la operación.
Cabe recordar que varios concejales de la capital del país de diferentes partidos políticos, sumados al exsenador de la República Jorge Robledo, pidieron a la Administración Distrital frenar la licitación del corredor verde de la carrera Séptima.
“El IDU debe desistir de la intención de abrir la licitación de la troncal de TransMilenio por la carrera Séptima en el mes de marzo porque violaría el principio de planeación de la contratación estatal”, dijeron los concejales en la misiva.
De acuerdo con los cabildantes, para la construcción del Corredor Verde de la Séptima, a lo que ellos catalogan como una troncal más de TransMilenio, el IDU suscribió tres contratos para la elaboración de los diseños de detalle de la obra. Sin embargo, hasta la fecha, según los concejales, ninguno de estos estudios se ha terminado por demoras en su ejecución.
Pese a las críticas, la alcaldesa presentó hoy domingo 12 de marzo todos los detalles de la obra que tendrá un total de 22 kilómetros en tres diferentes tramos bajo tres pilares fundamentales: “Más y mejor espacio público, movilidad sostenible y ecología como base del diseño”.
Según los datos suministrados por la Alcaldía, los tres tramos serán distribuidos de la siguiente manera: el primero va desde la calle 26 hasta la calle 32; el segundo, de la calle 32A hasta la 93A y el tercero de la 93A a la calle 200.
“El nuevo Corredor Verde facilitará la movilidad de unos 12.000 pasajeros en el área de Chapinero y el Centro Internacional (con la posibilidad de ampliar la capacidad a 15 mil) y aproximadamente 18.000 en el sector de Usaquén”, aseguró Diego Sánchez, director del IDU.
Por otro lado, y según datos suministrados en las últimas horas por la alcaldesa de Bogotá, se construirá el deprimido de la calle 100 y en la calle 92 un puente de dos carriles que permitirá el paso hacia la avenida circunvalar sin semáforos pasado de 40 a 10 minutos de trayecto.
Otro punto importante en cuanto a las características del proyecto tiene que ver con la idea de implementar transporte público 100 % eléctrico, que sería operado por la Operadora Pública de Transporte La Rolita, con 23 estaciones abiertas que se integran al entorno urbano, un “patio portal” 100 % eléctrico.
“Se recibieron más de 50.000 propuestas que fueron tenidas en cuenta para llegar a los diseños finales”, aseguró la alcaldía de Bogotá en el marco de la presentación del proyecto final que incluirá 28.000 metros cuadrados de espacio público y 16 plazas alamedas.
Los tiempos en el trayecto pasarían de 80 a 60 minutos por todo el corredor gracias a las conexiones operacionales que se logren con otros proyectos y troncales como: la carrera 10, calle 26, avenida Caracas y avenida 68 y en el futuro, con el Regiotram del Norte y la Primera Línea del Metro de Bogotá.
Respecto a la crítica de los concejales, los cabildantes advirtieron que para el tramo 1 (entre la calle 26 y la 32) solo uno de los 13 productos cuenta con todas las aprobaciones. En el tramo 2 (entre la calle 32 y la 93a), la consultoría no ha terminado los diseños de las intersecciones de las calles 85 y 92, por lo que el contrato se prorrogó hasta junio de este año y se le adicionaron 900 millones de pesos.
Sin embargo, según los recientes anuncios de la alcaldesa de Bogotá, el proyecto incluye nuevos cruces a desnivel en las calles 134, 127, 92 y 85, además de la renovación de la calzada de tráfico mixto.
“Con un mejor sistema de transporte sobre la Séptima, se optimizarán las rutas de buses del SITP de las carreras 13 y 11, con lo cual se liberará espacio para ofrecer tres carriles para los vehículos particulares que viajan del norte hacia el centro, lo cual ahorrará tiempo de desplazamiento” aseveró el director del IDU.
Se estima que el proyecto tenga una duración a cumplimiento de tres años, exigiendo trabajo a doble jornada de 06:00 a. m. a 02:00 p. m. y de 2:00 p. m. a 10:00 p. m. para que se pueda terminar el proyecto en los plazos establecidos.
Por otro lado, para la ejecución del Corredor Verde de la carrera Séptima se requieren 419 predios, de los cuales 304 son objeto de adquisición y 115 corresponden a cesiones hechas al Distrito, producto de desarrollos urbanísticos.
“Los peatones ahora tendrán el 30 % del espacio, la bicicleta pasará del 7 al 8 %, el transporte público pasará del 16 al 29 % y el tráfico mixto (carros y motos) pasarán del 46 al 33 % del espacio”, asegura el comunicado emitido por las autoridades locales.
¿Se solucionaron los problemas judiciales del proyecto?
Fueron cuatro las demandas interpuestas por ciudadanos al proyecto troncal séptima que propone la Alcaldía de Bogotá, entre los que se identifican una acción popular por la afectación al edificio Altos de la Cabrera (calle 85 av. circunvalar), una demanda por afectaciones al Parque Nacional y el Museo del Chicó y serias preocupaciones por afectaciones al medio ambiente.
Sin embargo, según datos suministrados por las autoridades, “para cada una de estas acciones, esta administración consiguió la terminación anticipada, permitiendo recuperar el presupuesto (dos billones de pesos) para ejecutar el Corredor Verde”.
“La ecología es la base del diseño del corredor, por eso contará con más de 8.000 nuevos árboles (más del doble de los que existe hoy), más 125.000 metros cuadrados de zonas verdes y suficiente iluminación. Lo que la convertirá en una extensión de los cerros orientales, fomentando y cuidando la fauna y flora del sector”, aseguró la Alcaldía de Bogotá