Edwin Arias Valencia renunció a su cargo como director del Museo de la Memoria, cargo al que había llegado en mayo pasado, luego de dirigir el Museo Casa de la Memoria en Medellín.

Arias llegó al cargo con mucha ilusión y ganas de poner en marcha varios proyectos, pero al entrar a la dirección del Museo de la Memoria nada fue como lo imaginó. Según él, “no dejaron” que desempeñara su trabajo.

Edwin Arias, de camisa blanca, junto al embajador de la Unión Europea en Colombia. | Foto: Semana

“Hay gente, altos funcionarios que son de libre nombramiento y que había dejado allí el exdirector del Centro Nacional de Memoria Histórica (Darío Acevedo) con la que hay una lucha intensa y eso influyó mucho en mi salida. Ellos se quedaron y no dejaron que se desarrollara el trabajo que teníamos propuesto desde el equipo”, dijo Arias en entrevista con El Espectador.

Asimismo, en la carta de su renuncia, Arias se refiere a “fantasmas de la administración pasada” que supuestamente no le permitieron trabajar bien.

“La llegada de un nuevo gobierno implica la necesidad de tomar medidas y decisiones precisas para evitar la repetición de hechos que causaron tanto dolor y sufrimiento en el pasado. Esta tarea se torna aún más compleja cuando los nuevos integrantes del equipo se encuentran con tensiones persistentes con aquellos fantasmas de la administración pasada que defendían políticas y acciones que infligieron un inmenso sufrimiento a las víctimas. Esta lucha interna ha hecho que mi labor sea aún más desafiante”, escribió.

Rubén Darío Acevedo renunció a la dirección general del Centro Nacional de Memoria Histórica. | Foto: Guillermo Torres Reina

Arias Valencia reclamó también porque con la llegada del gobierno del presidente Gustavo Petro las cosas siguieron igual dentro del Museo de la Memoria: “Yo esperaba que en el gobierno del cambio, esos funcionarios que no están funcionando pudieran dar un paso al costado, pero no lo hicieron y siguen camuflados como camaleones, imposibilitando las transformaciones que tanto necesitamos en el país y sobre todo las víctimas del conflicto”.

Diferencias con la directora del Centro de Memoria Histórica

Edwin Arias Valencia también hizo saber que no estaba de acuerdo con algunas directrices de María Valencia, directora del Centro de Memoria Histórica (CNMH).

“A María le agradezco la posibilidad que me ofreció de estar en el CNMH y en la dirección nacional del Museo, pero cuando uno se encuentra que la dirección escucha más a estas voces que vienen de gobiernos pasados y no a estas voces que venimos del gobierno del cambio por las víctimas, pues se dificulta más el trabajo”, agregó Arias.

El Museo de la Memoria en Bogotá es un ‘elefante blanco’

Totalmente encerrado con lonas y tejas de zinc, abandonado, lleno de escombros y con aguas encharcadas, así permanece hoy el Museo Nacional de Memoria, ubicado en Bogotá. El proyecto debió entregarse en octubre de 2022, pero hoy, un año después, no solo hay retrasos en la obra, sino también posibles fallas estructurales y hasta un lío jurídico que ha impedido la liquidación del contrato y la firma de uno nuevo para culminar con lo planeado.

Con un peculiar diseño arquitectónico, el Museo de la Memoria de Colombia en Bogotá debió entregarse en octubre de 2022, pero la obra está abandonada y sin terminar. | Foto: GUILLERMO TORRES

Como si fuera poco, a principios de este año se conoció un revelador informe entregado por Ana María Trujillo, quien fue la directora encargada del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), en el cual advertía que la edificación presenta graves fallas estructurales, dado que el concreto instalado no cumple con las características de calidad. No obstante, frente a este tema, la ANIM advierte que no es cierto e indica que no está en riesgo la integridad de los futuros ocupantes o de la ciudadanía.

Pese a esto, el abandono y posible deterioro es evidente. “Es inaudito que el Museo de la Memoria de Colombia sea hoy la crónica de un elefante blanco anunciado porque desde su planeación se presentaron irregularidades, como por ejemplo, adjudicarle este contrato a OHLA, con un prontuario de corrupción, además no se hizo una licitación pública y desde abril de 2021 ya se conocían de los retrasos y hoy la obra principal está abandonada”, afirmó el concejal de la Aliana Verde, Julián Rodríguez Sastoque.