El panorama que enfrentan las pequeñas y medianas empresas en Bogotá dentro del tejido económico de la ciudad, forma parte de un informe de la Veeduría Distrital en el que se evidencia, según datos del Banco de la República, que este tipo de empresas incrementaron sus tasas de destrucción en el país; concretamente para la región de Bogotá y Cundinamarca representan el 99,5 % de cancelaciones de matrícula a corte de agosto de 2023.
De acuerdo con el Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá (ODEB) de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, a corte de agosto de 2023 se encontraban activas en Bogotá 388.218 empresas, de las cuales el 91,8% son microempresas (356.310). Y son precisamente las localidades de Suba (12 %), Usaquén (9,8 %), Kennedy (9,7 %), Chapinero (9,4 %) y Engativá (8,6 %), donde se encuentra casi la mitad del tejido empresarial bogotano.
En Bogotá, entre enero y agosto de 2023 se han creado unas 51.600 empresas. Del total de empresas creadas, un 47% están en el sector de servicios, un 34,4% en comercio y un 15,4% en industria. Sin embargo, se cierran, en promedio, unas 21 mil empresas al año, “lo que disminuye la capacidad productiva de la ciudad y la región, pues se destruyen inversiones y puestos de trabajo formales, se reducen los ingresos tanto públicos como privados, se pierden esfuerzos y experiencia de los emprendedores y se limitan las fuentes de empleo en la ciudad”, de acuerdo con la Veeduría.
Con base en lo anterior, para la Veeduría, es alarmante que el Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá (ODEB) reporte que a corte de agosto unas 41.892 empresas han cancelado su matrícula mercantil.
Por otro lado, se encuentra que el sector servicios es el que tiene una dinámica empresarial más volátil, pues de acuerdo con la CCB (2023) el 55,6% de cancelaciones de matrícula mercantil en 2022 fue de este sector, seguido del 29,7% del sector comercio y 14,7% del sector industria. En adición, se observa que las personas naturales cancelan más matrículas que las personas jurídicas, con un 69,7% y 30,3%, respectivamente, lo que indica una alta vulnerabilidad de los empresarios más pequeños.
Finalmente, es importante mencionar que muchas empresas que cancelan su matrícula mercantil no necesariamente desaparecen, sino que pueden hacer un tránsito a la informalidad. Bogotá tiene una tasa de informalidad de 36,8%, que es menor al promedio del país, pero que sigue siendo bastante alta.
Ante esta preocupante tasa de cierres empresariales, la veedora Distrital, Viviana Barberena señalo que “la Administración debe mejorar la articulación de las estrategias y los esfuerzos destinados a la reactivación económica, lo que implica resultados más visibles que aporten al avance del desarrollo económico de la ciudad y al fortalecimiento del tejido empresarial bogotano”.
Recomendaciones
De acuerdo con la Veeduría, se pueden diseñar exenciones tributarias a los empresarios y emprendedores más pequeños para reducir su vulnerabilidad e incentivar la salida de la informalidad. Profundizar en estos mecanismos puede impactar indirectamente en la baja movilidad empresarial.
Ahora, pese a que Bogotá y Cundinamarca son el centro económico y empresarial del país, al concentrar el 32% del tejido empresarial colombiano (Confecámaras, 2023), no se cuentan con muchos datos ni estudios que analicen el tejido empresarial bogotano, así como tampoco los factores que determinan la supervivencia o muerte de una empresa, por lo tanto, es importante analizar y detallar el tejido empresarial bogotano en un contexto de reactivación económica pospandemia.
La Veeduría señaló además que se debe fomentar la creación y consolidación de clústeres empresariales, así como espacios de cocreación, difusión y sistematización de buenas prácticas empresariales asociadas a la superación de barreras y fomento de la movilidad empresarial.
El órgano de control indicó además que el bajo alcance de las convocatorias de los diferentes programas orientados a emprendedores y microempresarios genera que se pierdan los esfuerzos distritales orientados a este segmento empresarial; se debe mejorar la promoción e incentivos dirigidos a esta población para incrementar la cobertura, alcance y trascendencia de estos programas distritales.
Así mismo, la Veeduría señaló que se debe estimular articulación interinstitucional entre entidades que atiendan el fenómeno de la mortalidad empresarial, así como la articulación entre plataformas y canales que están dispuestos para los empresarios y emprendedores como el directorio de MiPymes.