Lo que inicialmente empezó como una discusión familiar en horas de la mañana de este jueves 16 de marzo, pasó a mayores en horas de la noche de ese mismo día, luego de que un hombre incendiara su taxi en el sector de El Pesebre, en la localidad de Rafael Uribe Uribe, en Bogotá.
Aseguran que el hombre llegó hasta su vivienda y, tras discutir con su esposa, decidió dirigirse hasta un paraje solitario para prenderle fuego al vehículo. Sin embargo, antes de marcharse del predio, habría agredido física y verbalmente a su esposa. También, la habría amenazado con incendiar la vivienda familiar.
Al parecer, la discusión familiar se habría generado luego de que la esposa del hombre le pidiera el dinero para pagar en el concesionario la cuota del taxi.
De acuerdo con la Policía, tras incendiar el taxi el hombre se fue caminando hacia la vivienda, siendo detenido allí con un cilindro que le habría quitado al vehículo.
La Policía indicó que el hombre fue capturado por violencia intrafamiliar.
Una vez capturado, el hombre fue trasladado hasta la URI de Los Molinos, mientras que la mujer se dispuso a poner la respectiva denuncia por los golpes que este le habría propinado.
Mujer que murió en ataque químico de su expareja tenía orden de protección
Se empiezan a conocer más hechos que rodearon la muerte de Maryori Muñoz Sánchez, la mujer atacada por su expareja con un químico en el centro comercial Mayorca de Sabaneta, en el departamento de Antioquia.
El secretario de Seguridad de Sabaneta, Mariano Atehortúa, reveló que apenas dos días antes del homicidio, la mujer había recibido una orden de protección debido a las agresiones que sufría de su expareja, identificado como Luis Carlos Aguirre Echeverry, de 68 años.
Este hombre, al parecer, la maltrataba física y verbalmente, y había sido denunciado por Muñoz ante la Fiscalía General de la Nación por violencia intrafamiliar. A su vez, la Comisaría de Familia venía adelantando el proceso administrativo para restablecerle sus derechos, según dijo el secretario.
La medida de protección ordenaba, entre otras cosas, el alejamiento del sujeto, lo cual no bastó para impedir que llegara hasta el centro comercial y la matara en la tarde del miércoles 15 de marzo.
En ese sentido, la orden responsabilizaba al hombre de los actos de violencia que pudiera sufrir la mujer.
Muñoz, de 40 años de edad, tenía dos hijos, producto de otra relación, y era egresada del programa de Administración de Empresas de la Fundación Universitaria María Cano. Antes del ataque, trabajaba, justamente, como administradora del Centro Estético Matiz, Salud y Belleza, ubicado en el centro comercial Mayorca, hasta el cual llegó su expareja para matarla.
La mujer terminó su relación con su asesino el año pasado, debido a incidentes de violencia, pero el hombre no comprendió la decisión y empezó a buscarla en su lugar de residencia, en Sabaneta. Ante el constante hostigamiento, ella decidió irse a vivir a Medellín con sus dos hijos; sin embargo, el acoso y la intimidación no se detuvieron.
El miércoles 15 de marzo, en horas de la tarde, Aguirre convirtió en realidad sus amenazas. La buscó en el local del centro comercial donde trabajaba y le arrojó una sustancia desconocida sobre el cuerpo, misma que le provocó la muerte seis horas después. El sujeto también cayó en el crimen que armó: alcanzó a inhalar el polvo y falleció antes que ella.