El gremio de taxistas en Bogotá, representado por Manuel Gil, uno de sus líderes, ha declarado que se mantendrá en asamblea permanente y no abandonará las calles de la ciudad hasta que se concrete una reunión con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
La decisión se tomó durante una reunión que tuvo lugar en el barrio Santa Isabel, en la que participaron varios líderes del gremio de taxistas. En diálogo con SEMANA, Gil expresó que seguirán adelante con manifestaciones estratégicas, su permanencia en asamblea y paro continuará hasta que reciban una respuesta de la alcaldesa.
“No vamos a abandonar las calles hasta que no se dé una reunión con la doctora Claudia López, alcaldesa de la ciudad de Bogotá. Por eso, pues vamos a hacer más estratégicos en cada una de las manifestaciones que presentamos de aquí en adelante, pero nosotros seguimos”, indicó Gil
Una de las principales preocupaciones de los taxistas es la presunta persecución de la que son objeto por parte de los agentes de tránsito civiles, pertenecientes a la Secretaría de Movilidad, y popularmente conocidos como azules. En ese sentido, solicitan que se aplique el mismo nivel de control a los servicios de transporte público informal en carros y motos, al igual que se hace con el gremio de taxistas.
Una de las críticas a la administración distrital tiene que ver con una supuesta falta de rigurosidad con quienes trabajan de manera irregular en aplicaciones como Uber y Picap, en contraste con los reiterados retenes por parte de las autoridades de tránsito con enfoque en los vehículos tipo taxi.
Otro de los temas por los cuales protestan los taxistas es la falta de conocimiento de las normas de tránsito vigentes, por parte de los denominados agentes azules, argumentan que muchos de los comparendos impuestos son injustificados, y de otra parte, los conductores señalan que dichos agentes antiguamente se desempeñaban como policías de tránsito, pero fueron destituidos por corrupción.
El conflicto entre los taxistas y las autoridades locales se ha intensificado en los últimos días. La noche del 24 de octubre marcó el inicio de un cese de actividades que se prolongó durante la mañana del 25 de octubre. Esto desencadenó bloqueos en varios puntos de la ciudad y causó importantes congestiones de tráfico tanto en Bogotá como en el municipio de Soacha.
Otras demandas de los taxistas incluyen el cumplimiento de acuerdos previos con el Gobierno nacional, la posibilidad de participar en conversaciones que aborden la fórmula de cobro de los combustibles en el país, una mayor protección contra presuntos casos de abuso de poder por parte de agentes de tránsito y la intervención del Estado para resolver la problemática relacionada con la finalización del convenio de operación de los transportadores de Soacha en Bogotá.