Luego de que la Justicia Penal Militar y la Procuraduría abrieran una investigación en contra del coronel Jader Llerena, comandante de la Policía de Transmilenio, quien habría incurrido en faltas disciplinarias derivadas al parecer de un posible caso de infidelidad, tanto la Policía Metropolitana de Bogotá como Transmilenio se pronunciaron al respecto.
La primera entidad en hacerlo fue Transmilenio, anunciando que están “atentos y a la espera de las respectivas decisiones que tome la comandancia de Policía Metropolitana de Bogotá”.
La entidad distrital recordó que el “comandante de la Policía de Transmilenio es designado por el comandante General de la Policía Metropolitana de Bogotá, y no por Transmilenio”.
En todo caso, Transmilenio manifestó que “de ninguna manera, esta situación afectará el trabajo en seguridad en el Sistema que a diario articula el esfuerzo interinstitucional del Distrito, entre entidades como la Policía, la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, y Transmilenio, entre otras”.
Por su parte, la Policía Metropolitana de Bogotá señaló que “desde el mismo día en que se conocieron los hechos sucedidos en el municipio de Soacha (30 de abril de 2024), la Dirección General de la Policía Nacional dispuso la apertura de una investigación disciplinaria contra los tres uniformados, atendiendo a la denuncia interpuesta por uno de los implicados”.
La Mebog enfatizó: “una vez se concluya esta investigación, se tomarán las decisiones a que haya lugar”.
¿Cómo sucedieron los hechos?
Los presuntos hechos que salpican al oficial, están relacionados con un presunto abandono de puesto y de sus funciones. El reporte que tiene la inspección de la Policía, es que el coronel apareció en Soacha, en horas laborales, en la casa de la esposa de un patrullero.
SEMANA conoció que a la Procuraduría llegó una queja disciplinaria contra el coronel Jader Llerena radicada por el patrullero Diego Fernando Rojas Castañeda, quien habría terminado amenazado de muerte y hasta agredido, en medio de la situación que se presentó en el municipio de Soacha, Cundinamarca.
El pasado 30 de abril, Llerena fue sorprendido en el conjunto residencial Morella, en San Mateo, Soacha, “evadido de la jurisdicción asignada y realizando actos ajenos a la misión institucional”, señala el radicado, que ya está en manos de la Procuraduría.
En dicho conjunto residencial, Llerena fue sorprendido por Rojas teniente relaciones sexuales con su esposa. Para el colmo de la situación, el comandante de la Policía de Transmilenio habría reaccionado con amenazas diciendo: “Donde me denuncie, lo mando a matar. Quédese callado o me va a conocer”.
La reacción del patrullero fue grabar la bochornosa situación de la que habría sido víctima, pero, según su relato, el coronel Llerena lo agredió y le quitó su celular. De inmediato la situación fue informada a la Dirección General de la Policía Nacional que terminó en una investigación en la inspección de la institución.
Después de este hecho, el patrullero Rojas Castañeda terminó recibiendo atención psicosocial. La presunta golpiza habría terminado con una lesión en un hombro y una mano. Justo al día siguiente de la situación con el coronel Llerena, le robaron una motocicleta de su propiedad. Las retaliaciones comenzaban a aparecer.
El documento radicado en la Procuraduría también detalla que la pareja del uniformado, la patrullera Luz Ángela García Mayorga, habría empezado a recibir tratos preferenciales al interior de la institución, como la asignación de una motocicleta institucional sin cumplir con los requisitos exigidos, supuestamente, entregada por el propio coronel Llerena.
Según la queja que ya está en manos de la Procuraduría, una subteniente intentó persuadir al uniformado Rojas para que no denunciara. Ante su negativa, habrían empezado una serie de llamadas amenazantes contra su vida.