El misterio alrededor del homicidio del empresario de autos de gama alta, Adolfo Alberto Ortega García, poco a poco se va resolviendo. Ahora, a dos semanas del crimen, las autoridades dan el primer golpe para esclarecer los hechos, pues materializaron la captura de los dos presuntos responsables.
La aprehensión se dio en los barrios Tres Reyes y Ensueño, los cuales están en la localidad de Ciudad Bolívar. Los dos detenidos son jóvenes de 24 años de edad y tendrán que responder por el asesinato perpetrado en la calle 85 con carrera séptima a finales de julio.
“En menos de 15 días, los investigadores compilaron evidencia técnica a través de las cámaras de seguridad, inspección a procesos, cotejo entre armas de fuego y munición; e interceptaciones de líneas telefónicas, que permitieron la plena identificación y solicitud de la orden de captura de estos sujetos”, comentó la Policía General de la Nación sobre el operativo.
Asimismo, se conoció que uno de los sospechosos cuenta con sentencia condenatoria vigente, por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y fabricación, tráfico, porte y tenencia de armas de fuego.
Por otra parte, ya se tuvo información de que los dos capturados fueron presentados en las últimas horas ante la Fiscalía General de la Nación, por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego.
Cabe mencionar que el hoy occiso tenía varios asuntos pendientes con la ley, debido a que se encontraba sindicado por varios delitos. De hecho, los investigadores de la Policía consideran que se puede tratar más de un ajuste de cuentas, posiblemente derivadas de los antecedentes penales del fallecido.
Las informaciones concedidas por las autoridades dieron a conocer que, además de comercializar vehículos lujosos, como en el que él acostumbraba a transportarse o en el que fue asesinado, también era dueño de una cadena de heladerías.
Tras lo sucedido, la alcaldesa Claudia López se pronunció y responsabilizó a quienes consideró por el caso de homicidio en cuestión.
“La víctima de sicarios era un comerciante con anotaciones penales por tráfico de estupefacientes, estafa y extorsión. ¡Si tenía asuntos penales pendientes debía ser sometido a la justicia, no a sicarios!”, afirmó López.
El hecho se registró a la salida de un exclusivo gimnasio en la calle 85 con carrera Séptima, en el norte de Bogotá, hacia las 2:00 p. m. Dos hombres en moto lo esperaron para atentar contra su vida a la salida del lugar. Posteriormente, emprendieron la huida.
“¡El vacío que dejan la reducción policial y la impunidad judicial lo están cubriendo sicarios con ajusticiamiento criminal!”, aseguró López en una crítica reiterada que ha hecho a la justicia.
Además, también arremetió contra el gobierno del presidente Gustavo Petro. “¡Hasta cuándo el nivel nacional (no solo este gobierno, sino desde mucho antes) entenderá que invertir en seguridad y justicia ciudadana no es un lujo, sino una necesidad imperiosa! ¡Tienen que darnos, no quitarnos policía! Tienen que construir más cárceles que funcionen, no que sean centros de crimen. Y apoyar a fiscales y jueces para que sean ellos los que impartan justicia”, aseguró la mandataria local.
Una de las mayores críticas que se le ha hecho a López a lo largo de la administración es que en campaña afirmó que sería la “jefe de la Policía que haga temblar a los delincuentes”. Sin embargo, la realidad es distinta, no solo porque ahora asegura que ella no es la jefe de la Policía, sino que es el Gobierno, y porque las cifras de inseguridad están disparadas, tanto que han llegado a niveles máximos históricos.
Alberto Ortega García tenía 56 años de edad. Nació en Bogotá y vivía muy cerca de donde fue asesinado. Son cinco casos de sicariato en los últimos días, un hecho con pocos precedentes en la ciudad de Bogotá.
A su vez, el hurto a personas, por ejemplo, es una de las cifras más elevadas y que atemoriza a los bogotanos. De enero a junio de este año se presentaron 72.957 casos de hurtos a personas, un 28,1 % más frente a los primeros seis meses de hace un año. Esta cifra revela un alarmante promedio de 403 personas robadas cada día.