Colombia se ha convertido en la última década en uno de los destinos favoritos para las personas que quieren realizarse intervenciones estéticas y arreglar o corregir ciertos detalles de su cuerpo con los que no está a gusto.
No obstante, este interés de las personas del exterior o de los mismos colombianos que viven fuera del país se convierte en una oportunidad más para que personas inescrupulosas aprovechen y realicen procedimientos ilegales y, más allá de estafar a las personas, causar complicaciones de salud y, en el peor de los casos, la muerte.
Este es el caso de Laura Sofía Amaya, una joven colombiana de solo 23 años, quien recientemente había llegado de España con el sueño de realizarse una cirugía estética. Sin embargo, al momento de la intervención quirúrgica, murió, en el sur de Bogotá.
Ante este suceso, familiares de la joven fallecida manifestaron que en el lugar, que es clandestino, Laura se iba a practicar una lipoescultura, por recomendación de algunas personas conocidas que ya se habían operado allí.
“Nosotras dimos con ella porque muchas conocidas se habían operado con Brenda (la mujer que hizo el procedimiento). Los resultados al inicio eran geniales, ellos se hacían notar mucho por redes sociales. Ella se nos presentó a nosotros como médica esteticista profesional, entonces nosotras confiamos. Eso no era una clínica, era un local”, explicó la prima de la víctima, Gabriela Duarte, en Noticias Caracol.
La familiar de Laura Sofía, quien también se operó en este sitio, dijo que pocos días después de la cirugía tuvo los mismos síntomas que su prima y le dijeron que esto era normal tras el procedimiento.
Gabriela Duarte también contó cómo fue el crudo momento de su prima en manos de estas personas, al parecer sin la experiencia para este tipo de cirugías.
“Esta mujer la cita el viernes 15 de septiembre. Sofi llega a las 10 de la mañana. (...) La cirugía tenía que terminar a la 1 de la tarde. La cirugía se complicó. Sofi empieza a convulsionar, hubo un descuido de esta supuesta cirujana, pues Sofi se les cayó de la camilla, las convulsiones empeoraron y al final la mujer decide llevarla a la Clínica Olaya, pero llegó allí con los signos muy bajitos. La reanimaron, la intubaron, pero Sofi no sobrevivió”, apuntó.
Por su parte, el caso ya se encuentra en manos de la Fiscalía General de la Nación, que recibió la información pertinente del caso de la Secretaría de Salud de Bogotá. No obstante, de la mujer que realizó el procedimiento quirúrgico a Laura Sofía no se sabe nada, pues desde ese momento no hay pistas de ella.
La problemática de las muertes después de los procedimientos estéticos se ha incrementado un 130 % en los últimos años, según un reporte de Medicina Legal en el que se informó que Valle del Cauca, Antioquia, Bogotá, Caldas y Santander son los departamentos de Colombia en los que más personas fallecen después de realizarse estas intervenciones.
Algunos de los casos más sonados de muertes tras operaciones de este tipo obedecen a falsos cirujanos o clínicas con mala praxis que operan casi en la clandestinidad. Estas situaciones pueden evitarse en la mayoría de los casos si las personas confirman la identidad de los supuestos profesionales que las van a atender.
Para ejecutar el chequeo y verificar que alguien sí es cirujano plástico y está capacitado para el procedimiento que va a hacer, es recomendable llamar a las instituciones donde haya estudiado el especialista y confirmar si estos estudios sí fueron efectuados por dicha persona.
Asimismo, a través del Registro Único Nacional de Talento Humano en Salud (Rethus), ingresando la cédula de ciudadanía del médico se puede acceder a su formación.