La inseguridad en Bogotá no da tregua. Cada día, se presentan más casos de hurtos en la capital colombiana. Uno de ellos se registró en el norte de la ciudad este jueves 29 de junio. Dos hombres armados intimidaron y despojaron de sus vehículos a conductores.
En el video, que fue suministrado por la ciudadanía y dura un minuto, se observa cómo dos hombres le apuntan con lo que parece ser un arma de fuego a un motociclista domiciliario, intimidándolo para que no pudiese reaccionar y así hurtarle su vehículo. Luego de unos segundos, los delincuentes agredieron al motociclista, quien no tuvo más opción que huir.
Luego de esto, uno de los cómplices intentó intimidar a otros conductores que se encontraban sobre la vía, abriéndoles las puertas de los vehículos.
Los hechos ocurrieron en la carrera séptima con calle 98, es decir, cerca de la Escuela de Caballería del Ejército en plena luz del día. La persona involucrada era un rappitendero, quien está siendo atendido tras el brutal ataque en la Clínica del Country.
El hecho ha generado la indignación de la ciudadanía y de figuras públicas, los cuales piden más medidas de seguridad en la capital colombiana.
De acuerdo con las autoridades, se desplegó un equipo para dar con el paradero de las dos personas involucradas, quienes además habrían robado un taxi en el mismo sector.
Patrullero que recibió un disparo en la cabeza en Bogotá denuncia olvido de la Policía
SEMANA le ha hecho seguimiento a la historia del patrullero Harvey Ardila, quien el 21 de septiembre de 2021, sobre la medianoche, mientras realizaba un registro a dos hombres que se movilizaban cerca del parque Guacamayas de Bogotá, recibió un disparo que le propinó una de las personas que estaba requisando en ese momento. A partir de ese instante, su vida cambió.
La consecuencia de la herida lo dejó con limitación en el movimiento, lo que lo obligó a dejar su trabajo. Sin embargo, más de año y medio después, no ha sido valorado para pensionarse. Le realizaron una cirugía de reconstrucción, pero asegura que sus garantías laborales han sido vulneradas.
“Por favor, ayúdenos, se lo suplico; estoy pasando necesidades, estoy en abandono total”, dijo el patrullero. Argumenta que, con el cambio de comandantes de la Policía, la mayoría de ellos no tienen presente su caso y siente que lo ven como un número más de tantos uniformados afectados en medio de su servicio.
Uno de los factores más críticos que atraviesan él, su esposa y sus tres hijos es el económico. Antes del intento de homicidio, tenía, como muchos colombianos que le apuestan a construir un futuro, varias deudas. Algunas de ellas se las descontaban por libranza, por lo que su salario no llega completo. Además, de manera irónica, a pesar de ser herido en medio de su trabajo, le quitaron la prima de orden público, lo que le descuadró aún más su dinero.
“No lo han pensionado, aún los bancos le quitan más del 50 % del sueldo por unos créditos que tenía antes del disparo y se lo descuentan por libranza. La Policía le quitó una prima de orden público que estaba ganando en el puesto donde estaba trabajando. Por medio de un derecho de petición, reconocieron el error y decidieron dársela con retroactivo; pero, a la fecha, no han desembolsado. Harvey tiene el tiempo para vivienda militar y aún no avanza ese proceso”, dice Óscar Ardila, hermano del patrullero.
La esposa del uniformado también manifiesta que están pasando por un momento difícil. Ella no ha podido trabajar, debido a que él requiere de atención constante y tiene dos hijos en la primera infancia. “Muchas veces no conseguimos ni lo del arriendo”. A pesar de que han hecho campañas para recoger fondos, la familia manifiesta que son insuficientes. Han intentado construir un apartamento, pero a este todavía le falta mucho para ser habitable.