La intolerancia y las riñas se siguen tomando los colegios de Bogotá. En un video quedó captado el momento exacto en el que dos estudiantes de una institución educativa en Bosa, al sur de la capital del país, se fueron a los golpes al terminar la jornada escolar.
Los hechos ocurrieron en inmediaciones del colegio José Francisco Socorra. Las estudiantes, que muy seguramente no superarían los 16 años de edad, terminaron en el piso agrediéndose mutuamente. Como si fuera poco, en el video también se observa como una mujer, que sería la mamá de una las niñas involucradas, en vez de separarlas está ayudando e incentivando a su hija a pelear.
Además de la mamá de la menor, en el lugar de la riña también estaban presentes muchos más estudiantes de la institución educativa y comunidad en general, pero nadie hizo nada para separarlas y evitar una tragedia aún mayor.
Tras lo sucedido, la Secretaría de Educación y la Secretaría de Seguridad, informaron que están buscando esclarecer lo ocurrido por medio del comité de convivencia de la institución.
Profesora denuncia en video que una estudiante le dio un puño en un ojo y le dejó un hematoma porque le dijo que no usara el celular en clase
Un indignante caso de agresión de una estudiante hacia una profesora se conoció en las últimas horas a través de las redes sociales, gracias a un video publicado por la misma docente para denunciar la situación.
La maestra se identificó como Dalia, una profesora que trabaja con el Distrito y que actualmente desempeña su profesión en un colegio de la localidad de Fontibón. Según relató, ella se encontraba dictando su clase a los alumnos de grado undécimo el pasado miércoles, 19 de julio.
Durante la clase, había una estudiante que estaba utilizando en repetidas ocasiones su celular, algo que por supuesto generó molestia en la profesora y por eso le pidió amablemente que guardara el teléfono, solicitud que hizo en varias oportunidades. Además, Dalia explicó que también le dio la opción de salirse de la clase.
Sin embargo, la joven hizo caso omiso a los llamados y siguió utilizando el teléfono. La docente contó que poco a poco la situación fue subiendo de tensión, pues la joven contestaba de manera grosera, por lo que ella le pidió que se saliera de inmediato del salón de clases, pero, nuevamente, se negó.
Ante esta situación, la trabajadora optó por quitarle el celular, algo que generó una fuerte reacción por parte de la estudiante. “Yo tomo el celular en las manos, ella se me abalanza de una forma violenta, me arrincona, me empuja, empieza a esculcarme desesperada. Yo invito a los estudiantes para que alguien filme lo que está pasando”, contó la mujer.
Tras esto, Dalia aseguró que intentó retomar la clase con total normalidad para no prestarle más atención a la estudiante porque consideró que, de lo contario, esto podría ponerla más furiosa. La situación empeoró después de que la joven, según cuenta la maestra, se arremangó la camisa y cerró con llave la puerta del salón. Asimismo, sumado a esto, otras estudiantes empezaron a cuestionar la decisión de la trabajadora y se pusieron del lado de su compañera.
“Yo tomo mis cosas y les digo: ‘así es Colombia, chicos, tranquilos que yo me voy’. Y cuando me iba a ir, la estudiante me agarra la puerta, no me deja salir y en ese momento me agrede con un puño muy fuerte, con anillos, en la cara”, relató la profesora, quien mostró el morado que le dejó el golpe alrededor del ojo.
La profesora aseguró que, en un principio, ninguno de los estudiantes reaccionó hasta que ella pidió auxilio, por lo que otros compañeros decidieron coger a la joven para intentar calmarla. Posteriormente, la decente volvió a internar salir del salón, pero señaló que otras dos estudiantes se lo impidieron y hasta la insultaron.
“Yo, en un desespero absurdo porque es horrible, lo que hice fue aferrarme a la puerta. La chica me quita el bolso, me quita la chaqueta, otros estudiantes la cogen y yo logro salir del salón”, comentó.
Dalia explicó que en ese momento estaba muy afectada psicológica y emocionalmente. Además del fuerte golpe, aseguró que también la aruñaron y le rompieron la ropa.