Un indignante y lamentable caso de violencia contra la mujer se presentó en la ciudad de Bucaramanga, en Santander. Un hombre intentó acabar con la vida de su compañera sentimental en medio de un irracional ataque de ira e intolerancia.
De acuerdo con las autoridades de la capital de Santander, el violento suceso se presentó al interior de una vivienda en el barrio Luz de Salvación, ubicado al sur de la ciudad. Al parecer, todo comenzó con una discusión que en cuestión de segundos pasó de las palabras a las agresiones físicas.
La víctima, señala el reporte, le habría pedido a su pareja que lavara la loza que estaba sucia. La petición enfureció al hombre, de 23 años, quien reaccionó de manera violenta y comenzó a insultar a su esposa, además de amenazarla con hacerle daño.
En medio de los gritos e insultos, el agresor se abalanzó contra la víctima, la tomó por el cuello y comenzó a ahorcarla presuntamente con la intención de quitarle la vida. Al ver que la mujer se estaba quedando sin respiración, la soltó; sin embargo, segundos después repitió la misma acción violenta.
Ante los gritos de auxilio, los vecinos del sector alertaron a las autoridades. Al lugar llegó un grupo de uniformados de la Policía, quienes capturaron al agresor en flagrancia y salvaron la vida de la víctima. Posteriormente, el hombre fue trasladado a una estación de Policía y dejado a disposición de la autoridad competente.
“Le dije que más bien se fuera, que no le iba a aguantar y que no quería nada con él. Soltó la loza, se vino encima, me cogió del cuello y me dijo que si no seguía con él me mataba, me decía que si no estaba conmigo nos morimos”, fue el testimonio de la víctima, relatado por la Fiscalía durante la judicialización del agresor.
Tras la audiencia de legalización de captura e imputación de cargos, un juez de control de garantías decidió enviar al agresor a prisión y tras las rejas de una cárcel deberá enfrentar el proceso judicial en su contra por el delito de feminicidio en grado de tentativa que le imputó la Fiscalía y el cual no aceptó.
Estremecedoras cifras
Según estadísticas de la Fiscalía, solo durante 2022 se presentaron 566 casos de feminicidio, lo que indica que, en promedio, ocurren dos cada tres días. Es decir, en promedio, cada 16 horas una mujer es asesinada en Colombia por razones de género.
Así mismo, según un reporte del Inpec entregado a SEMANA, cerca de la mitad de los detenidos (sindicados y condenados) por violencia intrafamiliar, que generalmente es un paso previo al feminicidio, se encuentran en detención domiciliaria o, peor aún, con brazalete electrónico, un dispositivo con el que se le permite al detenido moverse por un rango determinado bajo vigilancia de las autoridades.
De acuerdo con el reporte, al 31 de enero de este año había 2.773 detenidos por violencia intrafamiliar en las cárceles y 2.654 en domiciliaria o con vigilancia electrónica. Es decir, el 49 % de los detenidos por este delito están en la casa.
En casos de violencia intrafamiliar, el Código de Procedimiento Penal establece que “la seguridad de la víctima se encuentra en peligro por la libertad del imputado, cuando existan motivos que permitan inferir que podría atentar contra ella, su familia y sus bienes; en los casos de violencia intrafamiliar, por ejemplo, si el agresor convivía con la víctima al momento de cometer el delito y se le concede la casa por cárcel, esta estaría nuevamente en alto grado de vulnerabilidad”.