El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, mostró preocupación por una serie de comunicaciones que ha recibido en los últimos días, en las que algunos ciudadanos le han advertido que están dispuestos a tomar las armas y hacer justicia por mano propia ante las críticas condiciones de seguridad que vive el país y la supuesta desatención del Gobierno nacional en esta materia.
“La gente ya está hablando de armarse porque no siente que haya capacidad por parte de los mandatarios para proteger a sus familias. La gente quiere defenderse. El ciudadano se siente que lo están dejando solo. La gente siente que los delincuentes se están burlando en la cara de ellos”, manifestó el mandatario local en SEMANA.
Él cree que, bajo el liderazgo del presidente Gustavo Petro, la Fuerza Pública estaría perdiendo presencia en los territorios y ese vacío sería aprovechado por los criminales para delinquir con más fuerza, más la congestión que hay en la Rama Judicial para procesarlos y el colapso en el sistema penitenciario para ponerlos tras las rejas.
“Es muy fácil decirles a los mandatarios: ‘Ustedes me responden por la seguridad, pero no les envío policías, no pueden utilizar el Ejército, no pueden hacer requisas, no pueden prohibir el consumo de drogas’. Es decir, nos dicen que gobiernen, pero con las manos amarradas”, alegó el alcalde de Bucaramanga.
Si bien él ha planteado este escenario frente a los ministros y ha emprendido una lucha nacional para contener las alteraciones del orden público en su ciudad, los acercamientos han sido escasos con el presidente Petro.
“Con el presidente ha sido muy difícil. Cuando se gobierna desde la ideología, se toman decisiones desde el romanticismo y no desde la realidad del territorio, esa ha sido mi pelea: vayan al territorio, que se tomen las decisiones desde allí. Si el Gobierno esconde el problema, vamos a tener una guerra civil”, agregó el Bukele colombiano, como también se conoce en la opinión pública a Beltrán.
Temeroso, el alcalde sospecha que la confrontación entre ciudadanos estaría a punto de estallar, por lo que recomienda reenfocar las políticas de seguridad nacional que involucre la prevención de delitos, las capturas y la efectiva judicialización sin contemplaciones.
Pero el problema sería más de fondo. En el caso de Bucaramanga, hay personas que suman hasta 20 anotaciones por robo y, si son detenidos, logran esquivar la cárcel con facilidad y luego retornan a las actividades criminales. Este escenario es el que está causando mayor indignación en la tierra de Beltrán.